Editorial
Hacer del voto, una fiesta democrática
El panorama para la jornada electoral de hoy domingo en la mitad del país, donde habrá de elegirse a 15 gobernadores y 500 diputados federales, 563 legisladores locales, además de mil 926 alcaldes y sindicaturas, entre otros, no pinta nada halagador en por lo menos cinco entidades.
Hoy el pueblo de México tiene la obligación moral de acudir a las urnas a depositar su voto para elegir a los que considera los mejores hombres y mujeres. Del partido político mejor no hablemos, ya que la mayoría de quienes los encabezan, ya sea los de la vieja guardia, o los recientes, conformados por muy pocas caras nuevas pues el grueso lo integran gentes que abandonaron los llamados partidos hegemónicos, intentarán vencer el descrédito o la poca credibilidad que la ciudadanía les tiene. La gran incógnita será si les alcanzó el tiempo para convencer al electorado.
A lo largo de este proceso, hemos visto la ambición del poder. La historia no cambia. Por lo que se criticaba en los tiempos de bonanza del PRI ahora lo realizan los de Morena. El fin siempre ha sido el poder, el PRI estuvo más de siete décadas gobernando, los dos sexenios previos al vigente de hoy que es Morena, los lideró el PAN. Si bien en esta ocasión no habrá elección para presidente de México, la intermedia es de relevancia importante porque se pelea por el poder de los escaños. La conformación de la Cámara de Diputados dará pauta para el control final hacia el 2024, cuando nos encaminemos a elegir al nuevo presidente de México.
Chiapas forma parte de este panorama con la aportación de 13 diputaciones federales, además que, de manera local, 40 escaños estarán en disputa, 24 de ellos elegidos de forma directa y 16 restantes por la fórmula de representación proporcional. Al igual que a nivel nacional, en la entidad se torna primordial que los partidos obtengan mayoría para «mandar» en las próximas decisiones políticas.
Quien asegure que para esta jornada no se avizoran escenarios violentos, está mintiendo. El propio gobernador Rutilio Escandón Cadenas, sabedor de la trascendencia de lo que representa el que haya una jornada sin problemas mayores, pidió que seamos noticia nacional, pero por la buena participación en las urnas.
Otro de los fenómenos atípicos que pondrá a prueba la responsabilidad ciudadana es que se respeten las medidas sanitarias. Por lo menos Chiapas ya no está en condiciones de que vuelva a sufrir otro prolongado confinamiento ante la ola de contagios que los expertos, dicen, podrían presentarse si no hay medidas estrictas.
El exhorto es acudir a las urnas, para que, con nuestro voto, exigir y hacer valer a nuestros representantes populares, la posibilidad de que resuelvan los problemas, de que encabecen jornadas de diálogo, de gestión, de mejoras. La entrega de cuentas claras, la transparencia y el combate a la inseguridad, son temas, primordiales que hoy más que nunca se tienen que exigir a los que llegan, las cumplan, pero, además, que lo que se van, dejen claro la forma en que administraron los recursos.
Votar también nos da el derecho para que nuestros representados realicen los cambios de fondo que la sociedad requiere. Partir con el principio de que ya es hora de asomarnos a los escenarios que nos garantizarán empleos y seguridad, sectores más golpeados. A los hasta hoy candidatos, recordarles que los tiempos han cambiado, que la gente ha despertado y que nuestro voto será el arma necesaria para que se conduzcan con ética y profesionalismo.
Ignorar el escenario entelarañado de violencia que podría presentarse, sería pecar de ingenuo, pero es justamente lo que los chiapanecos deben combatir. Salir a votar a las urnas será una señal fuerte y contundente de que queremos un Chiapas que resuelva sus diferencias a través del diálogo. Dejar de hacerlo es darles armas a los adversarios, que los hay, para seguir viviendo a través del miedo y el terror. No votar es lo peor que podemos hacer. La seguridad de la jornada que la haga la autoridad correspondiente. El desarrollo de Chiapas lo tenemos que consolidar con nuestro sufragio en las urnas. Votemos, venzamos la inercia de ‘pa la otra’ o ‘para qué’, y que sea, una verdadera fiesta por la democracia.