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Jeny Pascacio /Diario de Chiapas

Por iniciativa del Centro de Investigación y Servicios Profesionales, A. C. y Heifer Internacional, impulsaron la conformación de la ECA Ts ‘unolajeletik ta Tojtic (Sembradores/as de Tojtic), una escuela que promueve la seguridad alimentaria en Tojtic, municipio de Mitontic.

Es uno de los municipios de la región Altos con menor índice de desarrollo humano e inseguridad alimentaria. Ahora, el esquema de trabajo es a través de la práctica en la parcela y las experiencias como base para compartir conocimientos.

Este año, de acuerdo a la última publicación de la revista Ecofronteras de El Colegio de la Frontera Sur, al proyecto, posteriormente se unieron Jóvenes Articulando Territorios, A. C. y la Iniciativa Whitaker para la Paz y el Desarrollo.

“En 2013 la organización Centro de Investigación y Servicios Profesionales A.C. implementó un proceso de desarrollo comunitario en el que se desarrollaron diagnósticos y planeación comunitaria participativa, priorizando acciones en el tema de seguridad alimentaria. Como propuesta metodológica se conformó una escuela de campo (ECA) con la participación de 21 personas en su mayoría hombres”.

De acuerdo con los investigadores, el proceso metodológico se adecuó al contexto de la localidad, para poder desarrollar los temas de capacitación como la diversificación y rotación de cultivos, desinfección y preparación del suelo, elaboración de abonos líquidos y sólidos, el control de plagas y enfermedades.

Además, efectuaron tecnologías para la desinfección del suelo, asociación de plantas olorosas de ciclo corto con hortalizas de ciclo medio, la elaboración de bocashi, trampas amarillas y macerados con plantas olorosas.

Después de un año, se logró una producción promedio de 3.5 kilogramos de hortalizas de diferentes variedades por metro cuadrado.

“Las personas conjuntaron sus conocimientos tradicionales con las técnicas agroecológicas propuestas por las organizaciones participantes, aprovecharon sus desechos agropecuarios y redujeron a un 70 por ciento sus costos de producción en la fertilización de cultivos”.

El objetivo fue alcanzado por 17 de los 21 participantes, que lograron duplicar el número de beneficiarios incorporando la metodología.

“Pase en cadena” en el que las 17 familias compartieron semillas y conocimientos técnicos hortícolas con otras familias después de su primer ciclo productivo.”

Según los investigadores José Ignacio Sántiz García y Trinidad Alemán Santillán, técnicos académicos del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente, de Ecosur, concluyen que la agroecología tiene una contraparte empírica en la agricultura campesina, y la ECA puede ser una herramienta que facilite un encuentro benéfico entre comunidades rurales, organizaciones sociales y academia.

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