Marco Alvarado / Diario de Chiapas
La modificación de los planes curriculares en cuanto a la enseñanza de la biología humana, y en específico, la orientación en materia de educación sexual a la que tienen derecho los niños, niñas y adolescentes mexicanos, puede tener repercusiones graves, como lo advierten datos en poder de organizaciones civiles defensoras de los derechos humanos.
Por ejemplo, en los embarazos no deseados que ocurren entre adolescentes, relacionados con la violencia sexual, abortos y el desconocimiento acerca de la variedad y el uso de los métodos anticonceptivos.
Un tema que no toman en cuenta ni explican los legisladores del Partido Encuentro Social (PES), que han propuesto recientemente una iniciativa de ley denominada “Pin Parental” que, entre sus objetivos, pretende limitar la enseñanza científica en materia de sexualidad humana para los estudiantes del nivel básico.
No obstante, el país ya enfrenta un panorama incierto en cuanto al conocimiento funcional que tiene la población acerca de estos temas, por ejemplo, entre los 15 y 19 años apenas se alcanza un conocimiento funcional del 13 por ciento sobre la variedad y usos de los métodos anticonceptivos.
Entre la población de 40 a 49 años, este conocimiento apenas alcanza el 31 por ciento, lo cual revela la necesidad de reforzar estos saberes, con bases científicas, para prevenir no solo embarazos, sino la transmisión de enfermedades como el VIH.
