Piden terminar con alquiler de vientres

Marco Alvarado/Diario de Chiapas
Por considerar que se trata de un contrato que se basa en una relación desigual entre las partes, empleando a las mujeres como objetos de consumo utilizados para satisfacer deseos de otras y otros, la Alianza de Redes Feministas Nacionales se pronunció en contra del alquiler de vientres.
Actualmente la gestación subrogada o alquiler de vientres, está permitido en los estados de Tabasco y Sinaloa, y existen iniciativas legislativas que lo promueven en la Ciudad de México.
Sin embargo, para esta alianza el contrato supone una forma de maternidad controlada en los tiempos, peligrosamente medicalizada, y con altos riesgos para el “producto-niña/niño”, y si el “producto” no es del agrado de las y los compradores, se desecha.
Además, que el pago en dinero u otra compensación se da a cambio de la explotación reproductiva de las mujeres, en una relación de desigualdad económica y social aprovechándose de la pobreza y limitaciones de las mujeres gestantes.
“El alquiler de vientres no cura la infertilidad o infecundidad de las y los contratantes, de manera que el deseo de maternidad y paternidad se puede cumplir con la adopción, que es una forma ética y legal para tener una niña o niño”, señalaron en un comunicado en conjunto.
Sobre este tema, esta alianza solicitó no aprobar ninguna iniciativa de ley en materia de “gestación subrogada” o cualquiera de los eufemismos para la explotación reproductiva, ni ninguna disposición que atenta contra la dignidad humana y derechos de las mujeres en razón de su sexo o que pueda favorecer cualquier forma de explotación.
Tampoco “legislar deseos individuales elevándolos a categoría de derechos, como el de producir niños y niñas con una determinada carga genética a costa de la dignidad humana”.
También dirigieron este llamado a la Suprema Corte de la Nación (SCJN) para que retire su recomendación de legalizar la práctica de la maternidad subrogada en todo el país, considerando los argumentos feministas a favor de los derechos humanos de las mujeres para prohibir esta práctica.