Marco Alvarado / Diario de Chiapas
En la azotea del edificio sede del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), se cultivan hortalizas, árboles frutales y de ornato, plantas medicinales y aromáticas. Este es un ejemplo de azotea verde, adaptación que proponen los ambientalistas para hacer frente al cambio climático y la falta de espacios para cultivar alimentos en las ciudades.
Así como ocurre en el techo de este edificio, en los inmuebles particulares pueden hacerse terrazas verdes y sembrar hortalizas y verduras de consumo cotidiano.
En el caso del edificio del Infonavit, la obra fue inaugurada en 2011, como el proyecto arquitectónico más grande de su tipo en Latinoamérica, y cuenta con una superficie superior a los cinco mil metros cuadrados, de los cuales más de dos mil son áreas de vegetación que ayudan a disminuir los gases de efecto invernadero y producir oxígeno para los habitantes de la Ciudad de México.
Con este espacio, el Infonavit participa en la retención de partículas suspendidas que influyen en la calidad del aire y la salud de las personas, al ser adheridas a las hojas de las plantas y arrastradas después por la lluvia hacia el suelo.
Actualmente, 149 especies conforman el acervo florístico de este pulmón natural de la capital del país, en el que se invirtieron 9 millones 800 mil pesos para su desarrollo, de las cuales dos se encuentran amenazadas y cuatro en peligro de extinción.
Aprovechando este espacio, se cultivan 21 variedades de hortalizas, 27 árboles frutales y de ornato, así como 19 plantas medicinales.
