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Enrique Buenrostro / Diario de Chiapas
Este sábado por la tarde el canciller Marcelo Luis Ebrard Casaubón, tomó protesta a los representantes que promoverán en los 300 distritos electorales del país, su imagen rumbo a la encuesta interna del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), con la que se definirá en 2024 la candidatura a la Presidencia de la República.
Desde el World Trade Center de la Ciudad de México, el aspirante a la candidatura por Morena se reunió con miles de personas en el foro “Qué sigue para México: continuidad o cambio”; anunciando que, desde inicios del próximo año, comenzará a recorrer el país en busca del respaldo a su propuesta.
Esto no hubiese llamado la atención en los medios del estado, si no fuera porque al final de este gran mitin político, uno de los personajes más aborrecidos por los chiapanecos, mostró su rostro con vil cinismo y sin vergüenza, señalándose como el líder de los coordinadores distritales en Chiapas.
Juan Sabines Guerrero -reconocido por tramposo, defraudador y corrupto- dejó una deuda a Chiapas de 20 mil 386 millones de pesos, con obras fantasmas, proyectos inútiles como Ciudades Rurales, con mentiras marcadas como el uso del biodiesel en el estado, con la gran cantidad de presos políticos que tuvo en su mandato, con la venta del equipo de Jaguares de Chiapas a Grupo Azteca, y ni decir de la Torre Chiapas que nunca fue de la entidad sino de Ricardo Salinas Pliego.
Esa “bestia consumidora de estupefacientes” que ahora pretende regresar al estado para impulsar de seguro su reincorporación -o a la propia “Medusa griega” Isabel Aguilera, por aquello de que lo que toca todo lo hace piedra-, buscan volverse a posicionar en el argot político chiapaneco cuando fueron ellos que salieron huyendo a Acapulco, dejando al estado en un tremendo aprieto económico que hasta hoy día nos asfixia diariamente.

EBRARD SE ECHA ENCIMA UNA ARPÍA
Marcelo Ebrard quiere posicionarse a nivel nacional, ya que Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López, le llevan un buen tramo avanzado; pero en su afán de buscar desesperadamente estructuras en los 32 estados de la república, en Chiapas se encontró con “una suma que resta”.
Ebrard Casaubón debe saber el repudio y desdén que los chiapanecos tienen al exgobernador que más millones de pesos se ha llevado de uno de los estados más pobres del país; con obras mediocres y de malísima calidad como la de “Que viva el centro”, orquestada en contubernio con Yassir Vázquez, otra alimaña de ese sexenio que los chiapanecos desean nunca hubiese aparecido en sus vidas.
El oportunista (Sabines Guerrero), que aún despacha como cónsul de México en Orlando, en su afán de hacerse notar y figurar hizo circular en sus redes sociales que es él, quien encabeza la estructura de Marcelo Ebrard en Chiapas y hace mención de sus supuestos operadores que le apoyan en su travesía política rumbo al 24 en su favor.
Nombres como Juan Salvador Camacho Velasco, ex diputado morenista por San Cristóbal de las Casas; Lesdy Cecilia Calvo; Javier de la Vega Vargas, trabajador y ‘lamebotas’ de la familia Sabines Aguilera; Elvira Huitrón e Isabel Ancheita, son entre otros, los nombres que etiquetó Juan Sabines en su Twitter, tras el discurso del canciller Marcel Ebrard, quienes apuntan a ser parte de la estructura del ex perredista a nivel nacional. Con este “apoyo, Ebrard no sabe qué arpía se ha echado encima.
Es necesario señalar que a más de que Ebrard Casaubón sea jefe directo de Sabines Guerrero, esto no implica que deba considerarlo en una estructura que lo único que le ayudará al canciller en Chiapas será en nada.
El adicto y embaucador de Juan Sabines Guerrero, no tiene calidad moral para darle la cara a los chiapanecos y difícilmente puede poner un pie en Chiapas sin que la sociedad como las propias autoridades actuales le reclamen por los agravios cometidos en contra de muchos chiapanecos.
Además, corre el riesgo de que le reabran sus expedientes y carpetas de investigación por fraude, enriquecimiento ilícito y muchos delitos más a lo que dio cabida como parte del saqueo cometido durante su sexenio.
Esperemos que Marcelo Ebrard recapacite en quiénes pondrá su confianza, porque lo único que ganará con la imagen de Sabines Guerrero en Chiapas será el mismo desprecio y odio que se le tiene al ex gobernador más ratero de todos los tiempos en la entidad.

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