Taxista y madre soltera

Carlos Rosales/ Diario de Chiapas
La señora Shirsley Castañón, quien además de ser madre soltera de dos niñas pequeñas, también se dedica como conductora de un taxi quien día a noche trabaja arduamente para poder darle el sustento a sus hijas.
“Cuando está bueno el día, gano hasta 400 pesos, pero también hay días malos en donde solo me llevó 200 para la comida y educación de mis hijas, siento mucha presión porque semanalmente debo cumplir con las cuentas del patrón ya que yo no soy dueña de taxi, solo trabajo en él”, lamentó.
Con los ojos desvelados, pero con la mirada hacia arriba, dijo que ya lleva dos años trabajando frente al volante y destacó que es muy duro porque hay días que solo descansa cuatro horas y vuelve a trabajar para que sus hijas no padezcan hambre.
“Sin embargo, estoy agradecida de que me abrieran las puertas a este trabajo humilde ya que estuve metiendo mis papeles en varias empresas y ninguna me aceptó por no tener suficientes estudios, estuve alrededor de tres meses sin generar dinero y me preocupaba por las condiciones que vivían mis hijas, hasta que hallé un taxi”, acotó.
Comentó que lo más duro de trabajar en un taxi es la discriminación y machismo ya que en severas ocasiones sus mismos compañeros le han hecho gestos feos y además la misma ciudadanía prefiere agarrar un taxi donde lo maneje un hombre que una mujer.
“Sin embargo, lo ignoro ya que lo único que me importa es sacar adelante a mis hijas; y es que trabajar y ser madre soltera es lo más pesado que puede haber en el mundo porque debo de compensar mi tiempo y todo esto se vuelve fatigante”, indicó.