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José Salazar / Diario de Chiapas
La falta de una estrategia para dar mayor control al ingreso de las denominadas caravanas migrantes por la frontera sur del estado ha colapsado; los migrantes han llegado a la capital de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez, quienes han generado protestas y bloqueo constante del Libramiento Norte.
Desde hace tres semanas en las afueras de la subdelegación migratoria Cupapé del Instituto Nacional de Migración (INM), sede en Tuxtla Gutiérrez, se encuentra un campamento de migrantes provenientes de Venezuela, Nicaragua, Honduras y Haití, quienes están a la espera de la tarjeta de visa humanitaria, que les permitirá transitar por todo el país.
Algunos de ellos son parte de la sexta caravana migrante, que desde Huixtla fueron trasladados por el INM a la capital.
Ante la noticia de este acuerdo para la entrega de las visas humanitarias, migrantes que se encuentran trabajándolo en Tuxtla Gutiérrez se han sumado a la concentración de personas afuera de las oficinas, situación que ha retrasado la entrega de dicho documento.
Son pocos los tramos que agilizan el tránsito. Tuxtla es una ciudad que mediante el desarrollo de obras públicas intenta dar ese salto al desarrollo que necesita, pero no ha sido suficiente. Estos bloqueos generados por la falta de operatividad del INM en el Libramiento Norte, han comenzado a colapsar la ciudad.

MIGRANTES DETENIDOS EN “LA MOSCA”
Aunque no es parte de la ruta que tienen asignada, muchos migrantes llegan a la capital del estado, por ser un punto donde pueden generar dinero para continuar su viaje; es donde menos les molestan y, según Hugo Iramsén, proveniente de Honduras, aquí hay gente más amable, que les ayuda en lo que consiguen el pase humanitario.
Cuenta que en en su caso, estuvo retenido en la Planta de la Mosca, lugar que más que un albergue, es una prisión que también alberga a la Guardia Nacional.
Para salir, tuvieron que armar un motín y tirar rejas; con ayuda de Derechos Humanos se fugaron por el fraccionamiento que se encuentra atrás. Otros corrieron a la carretera.
Las autoridades les engañan, por ello los bloqueos en el Libramiento Norte serán más recurrentes. La primera vez, migrantes y autoridades de INM se enfrentaron en la subdelegación migratoria Cupapé, luego bloquearon el libramiento, y de manera expedita entregaron 15 tarjetas.
Actualmente existen cinco listas que integran de 30 a 45 personas, quienes están a la espera de ser atendidos para que les entreguen una tarjeta que con mayúsculas dice: “POR RAZONES HUMANITARIAS”.

MUCHOS DÍAS DE
ESPERA
Xiomara Barrera llegó desde Guatemala hace 16 días, ha pasado 10 de ellos durmiendo en la calle, aguantando hambre, porque “la plata” se les terminó. Dice que Tuxtla es muy caro. Y aunque se encuentra en las afueras de las oficinas del INM, no está en la lista.
“Para tener acceso a la visa humanitaria, tienes que haber estado detenido por la migra, permanecido en algún albergue que más parecen cárceles, porque les quitan todo, los tienen incomunicados”, señala.
“Yo no me subí a ninguna combi, era parte de una de las caravanas que ingresaron por el río Suchiate, no me dejé agarrar, llegué hasta Tuxtla por mis medios, esperando que me ingresen en alguna de las listas”.
Estar afuera bajo las altas temperaturas, ha sido un factor para que se le intensifiquen los ataques de epilepsia, no le han hecho caso. Ella se hace acompañar por sus tres hijas en edades de 21, 12 y cuatro años.

INM FRAGMENTA
CARAVANAS
“El INM está fragmentando a las caravanas, fue así como llegamos desde Huixtla a Tuxtla, ellos nos trajeron con la promesa de entregarnos la visa, fue por eso que nos subimos al camión, pero en el trayecto a muchos se los llevaron a la Planta de la Mosca, donde los hacen prisioneros, de ahí se fugó mi esposo”.
Yuleiscar Norato fue una de las afortunadas que, durante los bloqueos del Libramiento Norte, le entregaron la visa humanitaria incluyendo a su marido, pero al no tener dinero continúan en el mismo lugar, en espera de juntar para los pasajes que los llevarán a la frontera norte.
Las manifestaciones en Tuxtla Gutiérrez continuarán, en menor número y magnitud a las que se registran en Tapachula, protagonizadas por migrantes originarios del África, Haití y Honduras.
El objetivo es que el instituto les concluya con el trámite. Esta situación genera que la capital de Chiapas se convierta en un nuevo epicentro migratorio.

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