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30 de julio de 1968, asalto militar a la preparatoria núm. 1

30 de julio de 1968, asalto militar a la preparatoria núm. 1

 

Dr. Gilberto de los Santos Cruz

A “la 1:05 horas con una bazuka, fue violada la puerta de la Preparatoria 1, conminando el Ejército a los estudiantes que se encuentran en el interior, para que salgan”, reportó la madrugada del 30 de julio un agente de la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales de la Secretaría de Gobernación.

Tras el bazukazo, “la huida de los estudiantes fue cortada por los granaderos y hubo decenas de detenidos”, informó Excélsior. Mientras que El Universal, con mayor precisión, publicó que “la enfermería del plantel estaba tinta en sangre. Paredes, pisos, techo, mobiliario, y ventanas, fueron mudos testigos de los sangrientos hechos que culminaron con la participación del instituto armado”.

Esta versión se completa con el testimonio de un estudiante de preparatoria en ese tiempo, quien presenció los hechos y señaló, en días recientes a La Jornada, que “la noche del 29, ante el temor de que los granaderos intentaran abrir la puerta por la fuerza, colocaron muebles contra el portón de San Ildefonso, y los jóvenes se agolparon, como barricada, pensando que los soldados empujarían”.

Más de 100 detenidos

Un informe de la Dirección Federal de Seguridad precisa en detalles: “con el apoyo del Ejército, miembros del cuerpo de granaderos entraron a la preparatoria y aprehendieron aproximadamente a 100 estudiantes, los que fueron transportados a la Jefatura de Policía; varios iban lesionados o golpeados. Posteriormente entró el Ejército, deteniendo a 15 estudiantes más, posesionándose del inmueble y rodeando las calles adyacentes”.

Mientras que otro reporte de la DFS señalaba que “como consecuencia de que se habían acentuado los desórdenes en diferentes partes de la ciudad, tanto en el perímetro de la Preparatoria 1 como en La Ciudadela, en Santiago Tlatelolco y otros lugares, con secuestro de camiones, algunos de los cuales quemaron; las líneas de transporte urbano suspendieron el servicio; lapidación de varios edificios, saqueos, etc. se solicitó la intervención del Ejército, para que apoyara a la policía en su labor de restablecer el orden, por lo que a las 0.45 horas del día 30 de julio llegaron al edificio de las preparatorias 1 y 3, fuerzas de paracaidistas, una compañía de asalto y elementos del 44 batallón de infantería”.

Las tropas estaban al mando del general José Hernández Toledo, el mismo que el 2 de octubre de aquel año encabezó el contingente militar que actuó en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco.

Los soldados procedían del Campo Militar Número Uno e iban en un convoy integrado por camiones de transporte, tanques ligeros y jeeps equipados con bazukas y cañones de 101 milímetros, refiere el libro El movimiento estudiantil de México, de Ramón Ramírez.

Los reportes de la DGIPS refieren, de manera cronológica, lo que sucedió en esa zona las últimas horas del día 29 y las primeras del 30 de julio. Muchos de ellos reiteran hechos, por lo que sólo se incluyen aquellos que agregan información al relato:

“A partir de las 19:00 horas (del 29 de julio) empezó a haber concentración de estudiantes en el Zócalo, habiéndose reunido aproximadamente mil 500.

“19:45 horas, dos transportes de granaderos hicieron acto de presencia frente a Palacio Nacional, con la sola presencia de éstos sin haber hecho contacto dispersándose los estudiantes por 5 de Mayo, Tacuba y 16 de Septiembre. “21:20 horas, aproximadamente, hicieron contacto granaderos y estudiantes en las calles de Tacuba y Monte de Piedad, siendo éstos desalojados hacia las calles de Donceles y Brasil, habiéndose dividido en dos grupos, uno por las calles de Donceles y otro por Guatemala.

“22:50 horas, un grupo de estudiantes lanzaron bombas molotov a la puerta principal de la tienda Conasupo, que se encuentra en las calles de Argentina, la cual comenzó a incendiarse, pero posteriormente no alcanzó a quemarse.

“Hasta esa hora habían llegado al Hospital de Traumatología de Balbuena 27 lesionados, de los cuales 25 son estudiantes y dos granaderos. Por el momento se han clasificado las lesiones de cinco estudiantes, como (clave) 289, que tardan en sanar menos de 15 días y no ponen en peligro la vida, los cuales ya fueron enviados a la jefatura de policía en calidad de detenidos.

“23:00 horas, un autobús empezó a incendiarse en la calle de Guatemala y Licenciado Verdad, y otro en Seminario y Guatemala, aproximadamente hay 600 estudiantes.

“0:45 horas (del 30 de julio), llegaron las fuerzas aerotransportadas (elementos de élite del Ejército) al mando del general José Hernández Toledo, llegando también siete transportes powers y cinco camiones Dina. Hay también elementos de aerotransportación en las calles de Moneda y Seminario y de Argentina y Guatemala.”

En el libro de Ramón Ramírez se asienta que casi a la una de la madrugada la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) emitió un comunicado de prensa, que afirmaba que la intervención de la milicia en el conflicto se dio “a petición el regente del D.F. General Alfonso Corona del Rosal, y en apoyo de la policía para hacer frente de la situación planteada por los agitadores”. También, que “el orden quedó restablecido entregando la situación a las autoridades del D.F.

Esa madrugada, luego del bazukazo, otro informe de la DGIPS señalaba que “los estudiantes que se encontraban en el exterior de esta escuela (Preparatoria 1), en número de 300, salieron corriendo dirigiéndose rumbo a las calles de Balderas, muchos de ellos dieron la vuelta por Bucareli y nuevamente se introdujeron a su escuela”, y agrega: “al mismo tiempo, granaderos se posesionan de la Preparatoria número 2”.

A la 1:30 horas, el jefe del Departamento del D.F. Alfonso Corona del Rosal, declaró que al intervenir “el Ejército para restablecer el orden subvertido por estudiantes y agitadores profesionales”, los policías de la capital se retiraban y “quedaba la ciudad bajo el control del instituto armado”, contradiciendo lo que minutos antes había afirmado la Sedena en su comunicado de prensa. A la 1:50, granaderos entraron a la Preparatoria número 1, “a sacar a los que se encontraban dentro, apostando al Ejército en el exterior”. A esa misma hora, en la Ciudadela, refiere el reporte de la DGIPS, otro grupo de policías “está entrando” a las vocacionales 2 y 5, forman un “cordón y rodeando la Ciudadela; se cree que al interior de la Vocacional número 5 habrá unos 400 estudiantes.

En la sede del DDF se ofreció una conferencia de prensa convocada por su titular, Alfonso Corona del Rosal, en la que participaron el Secretario de Gobernación, Luis Echeverría, y los procuradores generales de la República y de Justicia del Distrito Federal, Julio Sánchez Vargas y Alberto Suárez Torres, respectivamente, en la cual se afirmó que “la acción desarrollada por el Ejército esta madrugada para terminar la agitación estudiantil, tuvo como base que fue razonable; sirvió a los intereses de la colectividad y estuvo apegada a la ley”.

Corona del Rosal, luego de hacer un recuento de lo sucedido desde el 26 de julio, señaló que “la conducta de las autoridades fue en respuesta al plan de agitación y subversión planeado, y que “la decisión tomada estuvo basada en la razón, de acuerdo con los intereses de la colectividad y con apego a la ley”.

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