Por Carlos Z. Cadena
Carlos Morales en Tuxtla Gutiérrez, se rebela e indisciplina contra sus siglas de MORENA
Evidentemente no es lo mismo el proceso electoral de MORENA del 2018, donde aparecía la fotografía del presidente López Obrador quien buscaba la Presidencia de la República, que este 2024, cuando Claudia Sheinbaum, se convierte en la candidata Presidencial de MORENA, y no lo decimos por la figura de López Obrador que arrasó en la contienda electoral, fenómeno que llamaron “El tsunami electoral Lopezobradorista”, sino lo decimos, porque con López Obrador, privó la disciplina y la lealtad durante todo el proceso electoral, donde no hubo militantes o candidatos de MORENA, que se rebelarán y desobedecieran normas y métodos en contra de su partido MORENA en el país, como está sucediendo ahora, en varias entidades federativas, pero que en Chiapas rebasa la imaginación de lo que pudo ser política profesional.
La indisciplina de Carlos Morales Vázquez, militante emblemático de MORENA en Tuxtla Gutiérrez, deja un muy mal sabor de boca, porque más allá de rebelarse, desobedecer, renegar, y rezongar los lineamientos de su partido político, vino “enrareciendo” el ambiente al interior de su propio partido político, enviando señales de indisciplina, y sobre todo de rebeldía, y eso se fue como mensaje subliminal partidista por los cuatro puntos cardinales de la geografía estatal, y ahora muchos pretenden izar la bandera de la insubordinación.
Después de la maldición del rancho “La Terna”, donde fue destapado para gobernador Zoé Robledo Aburto, días después fue bajado y tachado por el propio Presidente López Obrador en su “mañanera”, se dio el lujo de “destapar” a Manuelita Obrador y a Carlos Morales, como “supermilitantes” de MORENA en Chiapas, para encabezar el movimiento Lopezobradorista y casi hizo gobernadora a Manuelita Obrador y senador a Carlos Morales, y otra vez la historia, en otra “Mañanera”, el Presidente López Obrador, bajo del pedestal a Manuelita Obrador, su sobrina, y Carlos Morales se atribuyó el convertirse en inmediata “corcholata estatal”, donde fue repudiado.
Carlos Morales nunca fue aceptado por la sociedad chiapaneca, si no lo querían en Tuxtla Gutiérrez, menos en la geografía chiapaneca, y metiéndose con todo el presupuesto municipal sin que nadie le dijera absolutamente nada, no solamente fue aborrecido por los chiapanecos, sino solamente llego hacerle el mal a su hermano Placido Morales Vázquez, que fue el que recibió las maldiciones del pueblo, ante toda la arrogancia que destila todavía su hermano Carlos Morales. Una carrera política de muchos años de Placido Morales, y que anduvo buscando la gubernatura por décadas, pero fue el propio hermano que sepulta sus pretensiones en su afán de abrir paso para convertirse en “corcholata estatal”. Muchos chiapanecos rememoraron la cita bíblica de Caín contra Abel.
Con dinero del pueblo Tuxtleco, se patrocinó la campaña de Aquiles Espinoza.
Sin embargo, la indisciplina partidista de MORENA con Carlos Morales Vázquez, siguió sin parar, no importándole que MORENA se desdibujara en Tuxtla Gutiérrez, y rebelándose con todo, se convirtió en su propio partido político, y logró imponer a Aquiles Espinoza, como candidato municipal a la Presidencia municipal capitalina, al grado de patrocinarlo con dinero del propio ayuntamiento municipal, y que se viene “destapando la cloaca” de como dinero del pueblo de Tuxtla Gutiérrez, fue a parar a la campaña de Aquiles Espinoza, una acción por demás denigrante y deshonrosa para el pueblo, y que los denunciantes -regidoras- presentaron documentos fehacientes. Son denuncias comprobadas de dinero que es del pueblo, se utilizó corruptamente para una precampaña electoral.
Fueron semanas que se denunciaron por la gente que toda la estructura municipal del ayuntamiento municipal de Carlos Morales, estuvo apoyando a su compadre Aquiles Espinoza, que fue su primer secretario municipal en su primer trienio, pero ya va para seis años porque fue “reelecto”, lo que lo convierte en el funcionario municipal que más millones de pesos ha manejado como servidor público en la historia de la capital chiapaneca. Aquiles Espinoza que acaba de dejar la secretaria del Transporte Estatal, fue la pieza electoral sin que MORENA lo destapara, el que uso fue Carlos Morales para lograr que su relevo fuera Aquiles Espinoza.
Como nunca levanto su controvertido compadre que dejó un fiasco la secretaria del Transporte, ahora ya abiertamente traiciona a su partido político de MORENA y desde hace una semana formalmente se comprometió apoyar al candidato contrario a su partido político que tanto festinó con una promesa de hacer “un nuevo Lópezobradorismo”, como lo es Paco Rojas, que se odiaban en el pasado, y que el miedo de Carlos Morales, lo llama para la complicidad y la confabulación. Es aterrador el miedo de Carlos Morales de que sea investigado.
Hoy la maldición del rancho “la Terna” ya lleva a varios “descabezados guindas”, Zoé Robledo, Manuelita Obrador, Carlos Morales, Aquiles Espinoza, hoy la maldición se cambia de ruta y de colores, el terror de Carlos Morales, lo ha llevado apoyar subterráneamente otra vez con la estructura municipal al candidato de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, Paco Rojas, enemigos ayer, hoy electoralmente amigos. ¿Y el nuevo Lópezobradorismo en Chiapas de Carlos Morales Vázquez? ¿Era eso, apoyar a los adversarios electorales del presidente AMLO y del gobernador de Chiapas? ¿Qué bruto?
Rosy Urbina, aborrece candidatura de diputación federal en Tapachula. Chilo Ovando y Elorza, se rebelan contra encuesta de MORENA.
En Tapachula otra sublevación y casi una “sedición partidista”, muy indisciplinada y rebelde, primero de Rosy Urbina, que no aceptaba la candidatura de la diputación federal por el XII Distrito electoral federal con sede en Tapachula, con varios cómplices entre ellos Jesús Domínguez y Elmo Enríquez, impulsaron hasta el último que volviera a ser candidata a la presidencia municipal, donde ambos personajes tienen intereses que ya hay gente en Tapachula que prepara un libro. No fue una rebeldía a título personal de Rosy Urbina, fue asesorada en razón de los intereses de Domínguez y Enríquez, uno introduciendo una marca cervecera en toda la región y el otro su financiero y su táctico en bienes raíces.
Esta rebeldía partidista contra MORENA provocó que Chilo Ovando y José Luis Elorza Flores, ambos diputados guindas -uno local y el otro federal- no aceptaran la encuesta local y la decisión de la plataforma de su partido MORENA y ambos exigieron que se repitiera la encuesta que les dio el triunfo a Yamil Melgar como aspirante a la alcaldía y a Fredy Escobar como aspirante a la diputación local. La rebeldía de Rosy Urbina contagio a los “insurrectos morenistas” que no tienen aceptación popular en Tapachula. Chilo y Elorza simplemente optaron por una forma de “chantaje partidista” e hicieron su escándalo, que lo que empezó Rosy Urbina con su sublevación política lamentablemente ha contagiado a otros aspirantes en otras regiones de Chiapas. Habrá que ver el cordón umbilical entre Jesús Domínguez, el cervecero metido apolítico en este sexenio y los diputados indisciplinados, Los enemigos de MORENA son los propios de MORENA. Dixe.
