Letras Desnudas
Mario Caballero
¿Cómo va Chiapas?
Con datos de la Consulta Mitofsky, una de las agencias de estadísticas de mayor renombre y confiables del país, la aprobación gubernamental de Rutilio Escandón Cadenas está en un nivel sobresaliente. De hecho, es el quinto gobernador mejor calificado de México y el segundo mejor de Morena, muy poco por detrás de Claudia Sheinbaum, de la Ciudad de México, que es una de las gobernantes con mayores recursos económicos y de las más allegadas al presidente López Obrador.
Los números hablan por sí mismos. El 50.7 por ciento de los chiapanecos aprueba la manera en que el doctor Escandón está gobernando. De los gobernadores de Chiapas de principios de siglo a la fecha, es el que mayor aprobación ha tenido en su primer año de mandato. Se trata, por supuesto, de un gran logro si se toma en cuenta que el promedio nacional de gobernadores fue de 34.2%. Y esto se debe en buena medida a los avances de esta administración en dos temas torales: seguridad y economía, que tanto han afectado a la población nacional.
2019 fue un año convulso, de retos para todos los gobiernos de México. Por un lado, la violencia y, por el otro, la corrupción que metió en aprietos económicos y puso en riesgo la estabilidad social de la mayoría de los gobiernos estatales, ya no se diga el federal.
Con una cifra de 34 mil 582 homicidios el año pasado en todo el territorio mexicano, según datos oficiales, siendo Colima el estado más violento y el Estado de México, Ciudad de México, Jalisco, Guanajuato y Baja California las entidades con mayor incidencia, Chiapas tuvo una tasa por ese delito muy por debajo de la nacional. En el semáforo de alto impacto (homicidio, secuestro, extorsión, robo de automóvil, entre otros), donde el color rojo representa los niveles más elevados, el estado chiapaneco se mantuvo en el verde, considerándose como una localidad segura para vivir, visitar e invertir.
Mirando en retrospectiva, en enero de este año Chiapas obtuvo la menor cifra en cinco años en cuanto a homicidios. Comparado con el mismo mes de 2019, hubo una reducción del 31%.
Por eso mismo, mediante el estudio realizado los primeros días de enero de 2020, Consulta Mitofsky ha revelado que Chiapas es la quinta mejor entidad federativa para invertir.
El año anterior, empresarios guatemaltecos anunciaron la inversión de 550 millones de dólares en Puerto Chiapas y consorcios extranjeros han manifestado la intención de invertir hasta 600 millones de pesos en la construcción de un gasoducto que encabeza el Gobierno del Estado, por mencionar algo. Esa es la mayor prueba de que la seguridad de hoy es un potente aliciente para los inversionistas.
OTROS LOGROS
Mitofsky también describe que para la aprobación social del gobernador Rutilio Escandón fueron importantes las acciones que tomó para convertir a Chiapas en la cuarta mejor entidad para descansar. En otras palabras, para visitar, para vacacionar.
En diciembre de 2019, Chiapas logró colocarse en el noveno destino turístico nacional con un crecimiento de 12.7% y con 31 mil 944 visitantes, situación por la cual la actividad turística se convirtió en un sector que genera una derrama poderosa para la economía del estado. Eso, es preciso señalar, también se debe a la seguridad, al clima de legalidad y, obvio, al fomento al turismo.
Las cosas eran muy distintas. Desde 1994, Chiapas era conocido por Marcos y la guerrilla. Por los conflictos étnicos que nos dejaron una histórica herencia de sangre y cientos de criptas que no hallaron justicia. Y si el levantamiento zapatista fue la razón por la que muchos voltearon a vernos y conocieran de los labios de las propias víctimas el abandono ancestral al que habían sido sometidas por los gobiernos que nos preceden, la matanza de Acteal fue la imagen que vio el mundo para entender que los gobernantes no sólo eran capaces de discriminar y dejar que los pueblos originarios se murieran de hambre en zonas de profunda marginación, sino también hábiles para matar a punta de metralla a quienes debieron proteger.
Hasta finales de 2018, los gobiernos fueron surrealistas, institucionalizaron la corrupción y la impunidad. Nunca se interesaron por resolver los conflictos y atender las demandas de las diversas organizaciones civiles. Todo lo contrario, se dedicaron a reprimir y estigmatizar las luchas magisteriales, estudiantiles, campesinas, obreras. Hubo persecuciones políticas, desapariciones de activistas y hasta asesinatos. Nada más en el sexenio 2000-2006 se contabilizaron más de cien homicidios supuestamente ordenados por el Estado.
Ahora bien, la estrategia de las Mesas de Seguridad vino a reforzar y coordinar las acciones entre las distintas dependencias policiacas en el estado y a reorientar la política de seguridad, que incluye a los tres órdenes de gobierno y a los Poderes del Estado. A ello se suma la tolerancia, el respeto, el diálogo como única vía de acuerdos y la voluntad política del gobierno.
Bajo ese esfuerzo en conjunto ha sido posible la resolución de los conflictos, como el magisterial que tanto daño hizo a la educación de los niños en tiempos recientes. En 2019, no hubo un solo paro del magisterio como se venía acostumbrando desde 2013. Asimismo, los que tienen que ver con la tenencia de la tierra y las luchas intestinas por el poder en algunos municipios de la entidad, como los de Aldama, Chenalhó, San Juan Chamula, Oxchuc, entre otros.
Desde luego, todavía existen pugnas y problemas por resolverse, como el estudiantil, por ejemplo, que ha sido manipulado por diferentes intereses políticos. No obstante, ha habido un avance importante en cuanto a gobernabilidad, combate a la delincuencia y, sobre todo, en materia de seguridad. Organismos independientes como gubernamentales, tales como Semáforo Delictivo, Índice de Paz México, Consulta Mitofsky y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública dan constancia de que en Chiapas se viven tiempos de paz y tranquilidad.
Otro dato que ha sido aportado por Mitofsky es que Chiapas es el cuarto mejor estado para conocer la historia de México. Hace referencia a la riqueza histórica y cultural que guardan sus sitios arqueológicos, a sus fiestas religiosas, a sus ferias tradicionales y a sus tradiciones ancestrales, como los altares de muertos y los parachicos. También por sus ciudades coloniales, sus playas, sus costas, su gastronomía y, no podía faltar, su larga lista de prominentes personajes de la literatura, la pintura y la música. Ahí tenemos, verbigracia, a Jaime Sabines, Eraclio Zepeda y a Zeferino Nandayapa.
La visión de promocionar nuestras bellezas naturales y culturales dio pie a ese logro.
CONCLUSIÓN
Gobernar es destreza y conocimiento. Es habilidad para impulsar lo que se necesita. Es entender que el poder debe estar para el servicio a los demás y no para satisfacer caprichos. Una elemental lección que ha sido olvidada dice que la política es arte y olfato, cautela y audacia. Factores que ha sabido esgrimir el gobernador Rutilio Escandón.
Claro, hay todavía mucha necesidad, problemas por resolver y, aunque pareciera que las cosas van un poco lentas, los resultados obtenidos, como lo aquí mencionados, son señales inequívocas de un gobierno comprometido con la sociedad. Y la aprobación en el gobernador es indicio de confianza. ¡Chao!
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