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DESCONOCIMIENTO de la Nueva Escuela Mexicana en el 1er debate presidencial

Roger Heli Díaz Guillen.

El 7 de abril pasado se trasmitió en red nacional de televisión el primer debate por la presidencia de la república que fue para muchos mexicanos la oportunidad de contar con un termómetro para medir el nivel de claridad y objetividad de candidatas y candidato que aspiran dirigir los destinos de México; de lo cual tristemente pudimos observar que reflejaron total desconocimiento sobre la nueva escuela mexicana NEM y los retos que el plan nacional de educación desde el 2022 presenta para su instrumentación, que motivó meses del 2023 de movilizaciones, declaraciones, amparos, quemas de libros, entro otros actos de rebeldía por el proyecto educativo instrumentado por el gobierno de la transformación; además de la falta de conocimientos sobre los problemas prioritarios de la educación que vive hoy México, careciendo los tres aspirantes de propuestas alternativas para lograr el cambio de paradigma en la educación que la candidata de MORENA propone dar continuidad, sin precisar el cómo, con qué y cómo iniciar; únicamente propusieron expresiones populistas como becas universales, internet en todas las escuelas y mejorar salarios a docentes.

La educación es la política pública columna vertebral de todo gobierno en toda nación, formadoras de cuadros ciudadanos que darán continuidad al destino nacional, donde la UNESCO a recomendado disponer de por lo menos el 20% del presupuesto nacional para la educación, siendo solo siete países en el mundo que destinan el 20% de su presupuesto nacional, seguido de Guatemala con el 18%. En el caso de México, para este 2024 se destinaron 430 mil 17 millones 942 mil 697 pesos, que representa menos del 5% del presupuesto nacional 2024 que es de 9 billones 66,045.8 millones de pesos; que necesariamente debió haber sido tema en el área de educación y responsabilidades de gobierno en el debate, que fue oportuno para asumir el compromiso de mejorar la disposición presupuestal para la educación en por lo menos el 10% del presupuesto nacional, que implicaría otorgar 900 mil millones de pesos, que aun resulta menor a la norma internacional.

Ningún aspirante en el debate expuso la necesidad de observar que la educación en México a partir del 2022 transita del centralismo educativo a la educación comunitaria basada en el territorio y patrimonios culturales y naturales, delegando la responsabilidad en la construcción de los contenidos educativos a las escuelas y comunidades, que implica partir de lo particular a lo general rompiendo la inercia de la educación nacionalista de lo general a lo particular ponderando la ciencia, la historia y la lengua nacional; donde los niños y jóvenes inicien su formación no en la ciencia sino en su realidad comunitaria, identidad, territorio y componentes como la cultura y la biodiversidad; los saberes originarios, lengua, normas comunitarias, formas de organización y apropiación del territorio.

En esta perspectiva del proyecto nacional de educación resulta evidente la necesidad de trabajar en la estructura comunitaria educativa donde las escuelas continúan trabajando en el esquema educativo ya derogado para el ejercicio 2023-2024 en razón de no existir la debida instrumentación del proyecto nacional educativo con los docentes de las escuelas comunitarias y urbanas, careciendo de los instrumentos formativos, aptitudinales y metodológicos para el abordaje comunitario y construcción de los saberes apoyados de las directrices del plan sintético que se elaboró a nivel central por la SEP como material de apoyo didáctico de los docentes y referencias básicos de la educación.

La educación como derecho humano, como servicio público, como plataforma de formación ciudadana y sustento de la paz y el desarrollo es una política pública que debe ser retomada en el segundo debate, centrado en tres preguntas sustantivas a quienes aspiran a gobernar a México más allá de la infraestructura educativa que es problema prioritario, becas y salarios: ¿Por qué debe o no consolidarse el proyecto educativo nacional del 2022? ¿Qué aportas como mejora en el marco del proyecto educativo nacional del 2022? ¿Estas o no de acuerdo en consolidar la educación comunitaria sustituyendo la institucional en el campo formativo de niños y jóvenes?

Atender las interrogantes permitirá a la sociedad civil saber que tan propicio o difícil resultará caminar en la consolidación del nuevo proyecto educativo basado en la identidad; que requiere de interés y voluntad política para identificar su grandeza y construcción rompiendo paradigmas que permitan recomponer el rumbo formativo erróneo de la educación que atentó a la pertenencia ciudadana y comunitaria separándolo del mundo cultural, natural y comunitario como elementos básicos de la educación.

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