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Dr. Gilberto de los Santos Cruz

Aquel 26 de septiembre de 2014, marcó un antes y un después en la historia de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, cuando la desaparición de 43 estudiantes provocó que los padres de los jóvenes y compañeros se manifestaran con un solo objetivo, conocer la verdad.

Este martes 26 se cumplen ya nueve años de un caso que ha estado envuelto de traiciones, reclamos, acusaciones, mentiras y por supuesto, una verdad histórica, la cual, de acuerdo con el gobierno actual, buscó encubrir funcionarios implicados del «más alto nivel del gobierno» en el delito.

Si bien, por varios años parecía que este caso había sido olvidado o traspapelado, un reciente informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia, creado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, trajo de nombres conocidos, nuevos acusados y muchas más preguntas por resolver.

«El caso Ayotzinapa fue un crimen de Estado»

El 18 de agosto de 2022, a ocho años del crimen, el subsecretario de la Segob, Alejandro Encinas, dio a conocer un informe producido por la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa que confirma que la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas en Iguala, Guerrero, fue un crimen de Estado.

De la normal Raúl Isidro Burgos emergieron dos grandes líderes de los años sesenta y setenta del siglo pasado: Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, quienes aún hoy los alumnos veneran y tienen como guía. Este último, que siendo maestro organizaba y asesoraba a los campesinos acerca de sus derechos, fundó el grupo armado Partido de los Pobres. En Ayotzinapa, Lucio Cabañas realizó sus estudios primarios, secundarios y la educación normal. En 1963, se graduó de Maestro.

 Lucio Cabañas y el Partido de los Pobres contaba:

Nosotros nos hicimos pueblo. Los de Ayotzinapa, los de la Escuela Normal Rural nos metimos por todos los pueblos y donde quiera anduvimos haciendo mítines. Incluso cuando anduvimos de dirigentes en Ayotzinapa dábamos ropa a los campesinos que no tenían con qué vestirse y se acercaban a Ayotzinapa.

La educación en las Escuelas Normales. Estas Escuelas reciben estudiantes de las zonas más pobres del país y operan en régimen de internado. José Vasconcelos, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México y ministro de Educación entre 1921 y 1924, impulsó esta educación basada en los maestros rurales, a quienes ubicó como un sector clave para expandir el espíritu de la revolución.

El problema, según algunos analistas, llegó cuando México dejó de ser una sociedad rural y el Gobierno dejo de ser revolucionario, ya que estas escuelas tenían una visión de izquierda, defensora de la educación pública, laica, gratuita y de la Reforma Agraria, por lo cual comenzaron a cerrarlas. Un tipo de educación emancipadora, de clase, y combatida tenazmente por los poderes que buscan mantener su dominación y sus privilegios.

¿Cómo han de salir de las universidades los gobernantes, si no hay universidad en América donde se enseñe lo rudimentario del arte del gobierno, que es el análisis de los elementos peculiares de los pueblos de América? El premio de los certámenes no ha de ser para la mejor oda, sino para el mejor estudio de los factores del país en que se vive. En el periódico, en la cátedra, en la academia, debe llevarse adelante el estudio de los factores reales del país.

Por ello los estudiantes de las escuelas normales tienen tradición de lucha que se manifiesta ya desde los murales que se encuentran en la escuela Normal de Ayotzinapa donde las figuras de Marx, Lenin, Engels, Che Guevara, Lucio Cabañas, Genaro Vázquez y el Subcomandante Marcos son celebradas, y otros que reflejan las luchas sociales y la represión sufridas en el Edo de Guerrero. Murales que muestran nociones de justicia que se inculcan a normalistas donde estudian el materialismo histórico, la revolución mexicana, el cardenismo, la lucha guerrillera de los setenta y la rebelión indígena de los noventa y principios del siglo XXI.

Tras darse a conocer el caso, muchos de los nombres implicados en la llamada «Verdad Histórica» comenzaron a deslindarse su participación, como en el caso del ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, así como el secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Harfuch.

El viernes 19 de agosto de 2022, un día después de la publicación del informe, la FGR detuvo a Jesús Murillo Karam, ex procurador general de la República, por los delitos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de la justicia en el caso Ayotzinapa, donde fue uno de los responsables en la creación de la llamada «verdad histórica».

CANCIÓN A LOS DESAPARECIDOS DE AYOTZINAPA

Ayotzinapa, cuando sea grande quiero ser maestro
El autor se llama Miguel Carrillo de San Luis Acatlán Gro, Costa Chica.

—Hijo ¿qué quieres ser de grande?
—Yo quiero ser maestro mami, maestro, mami.
Todo comienza en un sueño por quererse superar.
—Madre, ya me voy de casa, me voy para la ciudad,
madre, ya me voy de casa, mamá tengo ganas de estudiar.
Eso de ser un maestro, de niño yo lo soñé.
Jugando en aquel patio en la escuela,
a mi hermanito enseñé. (bis)
Como no había para el viaje, me puse yo a trabajar.
Hice mi examen de entrada, con ansias, contento de ir a estudiar,
hice mi examen de entrada, con ansias, a esa escuela rural.
El 26 de septiembre sucedió todo lo peor:
fuimos todos agredidos con armas por el gobierno opresor,
tirando a darnos directo, a mansalva, y mi hermanito cayó.
Corrimos todos a un lado, para podernos salvar.
Los policías en cambio llegaban, dispuestos a asesinar (bis)
Ya no pudimos salvarnos, a golpes nos levantaron,
nos desnudaron a puras mentadas .
Nada podíamos hacer, boca abajo con la bota en la cara,
nos querían desaparecer.
Nos levantaron de allí, nos llevan a otro lugar,
donde empieza la masacre, mi hermano, empezamos a llorar,
donde empieza la masacre, mi hermano, todo se empieza a nublar.
Después de un golpe en la nuca, todo se me oscureció,
se me borraron los sueños, hermano, de ser un buen profesor,
se me borraron los sueños, hermano, pinche  gobierno opresor.
En mi jacal  alguien llora: mi madrecita querida
me quiere ver de regreso como cuando yo me iba,
no pierde las esperanzas que me regresen con vida.
Pinche gobierno mal criado ¿qué es lo que has de merecer?
Yo era el cuarto en la lista en mi escuela; ahora soy 43. (bis)
—Mi hijo, ¿a qué escuela quieres ir?
—Yo quiero ir a la Escuela Rural de Ayotzinapa,

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