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Eduardo Ruiz-Healy

“La reducción de sodio desempeña un papel clave en la protección de las poblaciones de la carga de enfermedades no transmisibles, a saber, las enfermedades cardiovasculares, que son la principal causa de muerte y discapacidad a nivel mundial. La evidencia es clara: cuanto más sodio consumimos, más aumenta nuestra presión arterial, y la presión arterial se reduce cuando se reduce la ingesta de sodio en la dieta. La reducción de la ingesta de sodio es una de las formas más rentables de mejorar la salud, ya que puede evitar millones de muertes cada año con costos totales del programa muy bajos. En promedio, consumimos más de 4 mg de sodio todos los días, que es el doble de la cantidad recomendada por la OMS”.

Lo anterior es lo que se lee en el primer párrafo del Prefacio del WHO Global Report on Sodium Intake Reduction que difundió el jueves pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que puede leerse en www.who.int/publications/i/item/9789240069985

En su Prefacio anota que “en 2013 los 194 Estados Miembros de la OMS se comprometieron a reducir la ingesta de sodio de la población en un 30% para el año 2025. Desde entonces, el progreso ha sido lento y sólo unos pocos países han sido capaces de reducir la ingesta de sodio de la población, pero ninguno ha sido capaz de alcanzar el objetivo. Como tal, se está considerando extender el objetivo hasta 2030”.

El tema es importante porque la hipertensión es una de las enfermedades que más le cuestan a una sociedad, tanto en vidas como en recursos económicos.

En México, cerca de 50 mil personas murieron en 2020 por causa de la hipertensión que padecían, según datos del INEGI. Hoy han de ser aún más cada año.

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021 elaborada por el Instituto Nacional de Salud Pública señala que 15.7% de la población de 20 años o más padecía de hipertensión. Sin embargo, el porcentaje era de 18.5% entre aquellos que tenían de 40 a 59 años y de 39.6% entre los que tenían 60 o más años.

Es decir, de acuerdo con el Censo Nacional de Población 2020, 13.1 millones de personas de 20 años o más, 5.4 millones de entre 40 y 59 años, y 6 millones de 60 o más años.

Sin embargo, de acuerdo con Sergio Alberto Mendoza Álvarez, maestro en la Facultad de Medicina de la UNAM, citado el 15 de mayo de 2022 por el periódico El Financiero, “La prevalencia de hipertensión arterial en los adultos mexicanos es de 49% y cerca de 70% de ellos no sabe que la padece”.

La misma nota en El Financiero señala que “De acuerdo con el estudio ‘Epidemiología de la hipertensión arterial en adultos mexicanos: diagnóstico, control y tendencias. ENSANUT 2020’, 49.2 por ciento de la población con vulnerabilidad socioeconómica tenía hipertensión arterial y sólo 47.1 por ciento fue diagnosticada”.

El Reporte Global aludido al principio de esta columna señala que solo 10 países han adoptado “múltiples medidas obligatorias para la reducción del sodio”, entre ellos México.

Pese a lo anterior, falta mucho por hacer porque la ingesta diaria de sodio promedio por persona en nuestro país es de 8.8 gramos, poco más de cuatro veces la cantidad de 2 gramos recomendada por la OMS.

¿La mejor manera de prevenir la hipertensión? Dejar de usar el salero en la cocina y en la mesa.

ruizhealytimes.com

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