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“Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad” Neil Armstrong; al pisar la luna. 21 de julio de 1969

Reflexiones

Fernando Álvarez Simán

“Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad”

Neil Armstrong; al pisar la luna. 21 de julio de 1969

Luego de la II Guerra Mundial el mundo no tenía duda, la primera potencia económica mundial era Estados Unidos. Incluso, ese liderazgo era también en términos militares por la capacidad de desarrollar armas nucleares. Para 1957, esa convicción americana y mundial era sostenida; pero el día 4 de octubre de ese año; la entonces Unión Soviética lanzó al espacio el primer satélite artificial del mundo; el Sputnik 1 que orbitó la tierra durante tres semanas.

Con el Sputnik 1 nació la denominada “carrera espacial” entre la Unión Soviética y Estados Unidos. Una etapa de la historia mundial que permitió desarrollos tecnológicos, militares y científicos. Los soviéticos lograron poner en órbita el primer satélite artificial, el primer ser vivo y también el hombre y la primera mujer en el espacio, además de la primera caminata espacial.

El éxito propagandístico del programa espacial soviético finalizó en 1966 con la caminata espacial y el inesperado fallecimiento de su legendario “diseñador jefe” Sergei Pavlovich Korolev, puesto que ninguno de sus sucesores al mando pudo igualar sus hazañas; pero despertó en los americanos el deseo de incrementar sus metas. El presidente John F. Kennedy se propuso que Estados Unidos debería ser el primer país en llevar a un hombre a la luna.

El 20 de julio de 1969 fue una fecha que marcó un hito en la historia mundial; ese día los astronautas Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins, fueron los primeros seres humanos en llegar a la luna. Armstrong fue el primero en pisarla seguido de Aldrin mientras Collins aguardaba en el módulo lunar. Fueron 21 horas con 36 minutos de presencia humana en la luna.

Estados Unidos fue cinco veces más a la luna, en total 12 hombres han caminado sobre ella, pero abandonó los viajes hacia nuestro satélite natural en 1972, concentrándose en vuelos espaciales cortos para la realización de experimentos científicos, mientras la Unión Soviética priorizaba la construcción de una estación espacial para que sus cosmonautas estuvieran el mayor tiempo posible en el espacio. Con la desaparición de la Unión Soviética en 1992, la carrera espacial se canceló y americanos y rusos iniciaron una época de cooperación espacial.

A la cooperación Rusia aportó la estación espacial y la experiencia de sus cosmonautas en largas estadías espaciales y Estados Unidos aportó fondos y tecnología. Esa cooperación posibilitó la aparición de más países con programas espaciales nacionales. Pero solo China junto con Estados Unidos y Rusia ha enviado una tripulación al espacio. Actualmente, hay 15 países del mundo con agencias espaciales que colaboran con americanos, rusos o chinos.

Un total de 556 personas han alcanzado un rango de vuelo que pueda considerarse “espacial”. Se llaman “astronautas” en lengua inglesa, “cosmonautas” para los rusos, “taikonautas” para los chinos y “spationaute” en francés. La exploración ha dado varios vuelcos, a la desaparición física de Sergei Pavlovich Korolev en Rusia, le siguieron varios accidentes catastróficos, en Estados Unidos, los transbordadores espaciales han sufrido también accidentes, el último en el 2003 y, por lo tanto, el programa se retiró.

Desde 2011, la NASA, la agencia espacial americana ha tenido que confiar en el programa espacial ruso para transportar a sus astronautas al espacio. Pero desde el 2003 la iniciativa privada se ha preparado para ofrecer el servicio a las agencias espaciales rusa y americana. El hito privado ha logrado un gran éxito con la puesta en órbita de una nave de la empresa privada SpaceX. Con ello se inaugura una nueva época en la exploración espacial cuyo objetivo central es llegar a Marte.

El sueño de SpaceX

Desde el 2011 ya la fecha NASA envía a sus astronautas al espacio en cohetes rusos. El asiento cuesta 86 millones de dólares. La agencia americana nunca reemplazó sus transbordadores, pero alentó a la iniciativa privada para desarrollar una nave espacial capaz de transportar con seguridad a los astronautas hacia y desde la Estación Espacial Internacional, mientras abarataba costos y se concentraba en la exploración del espacio profundo y las compañías privadas desarrollaban innovación y tecnología.

En esas circunstancias emerge la figura del sudafricano Elon Musk, el millonario número 31 del mundo por el monto de su fortuna personal; fundador de la empresa tecnológica “Tesla” que fabrica autos eléctricos, paneles solares y baterías recargables. Musk es sudafricano por nacimiento, pero también tiene las nacionalidades canadiense y americana. Es economista y también físico teórico por la Universidad de Pennsylvania. Musk siempre ha dicho que sus dos grandes sueños son minimizar el impacto del cambio climático y colonizar Marte.

Los asientos en los lanzamientos de los cohetes de Rusia le han costado a la NASA 86 millones cada uno y una cantidad de total de 55 mil millones dólares en diez años. SpaceX abarató el costo por asiento en casi 30 millones por cada asiento. El contrato SpaceX-NASA es por seis misiones tripuladas.

Musk fundó la empresa SpaceX en el 2002 con el objetivo de reducir los costos de transporte espacial para que en un futuro se pueda lograr la “colonización de Marte”. Para ello la compañía ha desarrollado varios cohetes de lanzamiento y la nave espacial “Dragón”. SpaceX tiene ya varios hitos en la nueva etapa de la exploración espacial, entre ellas el primer cohete privado en alcanzar la órbita, es también la primera compañía privada en lanzar, orbitar y recuperar con éxito una nave espacial y la primera compañía privada en enviar una nave espacial a la Estación Espacial Internacional. SpaceX ha volado 20 misiones de reabastecimiento a la Estación Espacial Internacional en asociación con la NASA.

El éxito principal fue el día 2 de marzo de este año cuando su nave espacial “Dragón 2” se convirtió en la primera nave privada tripulada que envió dos astronautas a la Estación Espacial en donde tendrán una estancia de dos meses máximo. Cuando los dos astronautas regresen a casa, abordarán “Crew Dragon”, una cápsula de la misma empresa SpaceX que los enviará de regreso a la tierra con un control totalmente autónomo; es decir, no dependerá para regresar al planeta del personal de la NASA en Houston, Texas.

La carrera por conquistar Marte

SpaceX cuenta con 3 mil empleados y ha hecho un negocio rentable al poner satélites artificiales en órbita y transporta carga a la Estación Espacial Internacional. Ahora el transporte es ya de astronautas. El primer cohete de la compañía, el “Falcon 1”, tenía solo 68 pies de altura, 5.5 pies de diámetro y solo podía transportar una carga útil de 400 libras.

La compañía dice que puede lograr que sus cohetes sean reutilizables y reducir el costo de enviar un astronauta al espacio hasta los 20 millones de dólares. Esa reducción de costos, dice Elon Musk, es lo que hará posible la innovación tecnológica y ello la posibilidad de enviar a un ser humano a Marte.

Elon Musk y SpaceX se han propuesto la meta de llegar a Marte en el año 2022 o el 2024; para muchos expertos la cifra es demasiado optimista, pero Musk tiene el deseo de concretar su sueño para esa fecha. “Será el espectáculo más grande del mundo ha dicho”. Entre esas dificultades se señala el costo del financiamiento, el desafío tecnológico y los problemas psicológicos a los que se enfrentarían los astronautas.

Según el calendario del actual plan de colonización de SpaceX, el primer viaje de un cohete a Marte se realizará en 2022, pero será hasta el 2024 cuando tenga lugar la primera misión tripulada con humanos. Después de los viajes, se comenzaría la colonización del planeta, para ello se construirá de una ciudad que crecerá a medida que se intensifiquen los viajes. Un viaje entre los dos planetas duraría entre seis y nueve meses, dependendiendo de la posición que tengan en el espacio.

El cohete hacia Marte, podría tener una capacidad para 100 personas y no solo se utilizará para llegar a Marte. La idea de Elon Musk es que la nave sirva también como transporte rápido en la Tierra, puesto que podría viajar a la mayoría de destinos del planeta en menos de 30 minutos. Ello permitía obtener fondos para los sucesivos viajes al planeta rojo.

Los astronautas a Marte tendrán que enfrentar cambios en la densidad ósea y la circulación causados por la gravedad de nuestro planeta vecino, así como los desafíos técnicos involucrados en el reingreso a la atmósfera de la Tierra. Por ejemplo, si hay un problema, una llamada de ayuda podría tardar hasta 22 minutos en llegar a la Tierra, dependiendo de la posición de los dos planetas, e incluso entonces el cohete más rápido no llegaría hasta seis meses después. Con todo, el desafió principal se señala, no es llegar a Marte, el desafió es regresar a la Tierra sanos y salvos.

“NewSpace”, la carrera de los millonarios por el espacio

La característica principal de la carrera espacial es que la NASA está concentrada en el estudio del “espacio profundo” ha dejado a contratistas la colocación de satélites artificiales y el viaje de sus astronautas a la Estación Internacional Espacial. En esta nueva etapa de la exploración espacial, no solo participa Elon Musk y su empresa SpaceX. Hay rivalidad con otras empresas y otros multimillonarios, muchos de ellos salidos precisamente de la industria informática.

La industria espacial privada del siglo XXI consiste en enviar cohetes a la órbita contratados por una agencia espacial y actualmente se promueven los vuelos HYPERLINK «https://en.wikipedia.org/wiki/Spaceflight» o «Vuelo espacial» espaciales turísticos como medio de conseguir fondos. Esa nueva modalidad de la carreta espacial se conoce como “NewSpace”.

SpaceX no está sola en esta nueva modalidad de la conquista espacial. La empresa de Elon Musk se quiere concentrar en colonizar Marte; pero Jeff Bezos, el dueño de la tienda en línea Amazon, lidera la empresa “Blue Origin” con el sueño de colonizar el espacio y poder en un primer momento, convertirlo en un centro de atracción con la tierra de fondo. “Blue Origin” desea construir hoteles espaciales, parques de atracciones, incluso instalar fábricas y colonias para 2 o 3 millones de personas que estarían en órbita.

Richard Branson, que dirige un grupo que controla 400 empresas tecnológicas, fundó “Virgin Galactic” con la idea de lograr concretar el “turismo espacial” al más bajo costo posible. Apenas en etapa de investigación, pero apoyado por varios multimillonarios del mundo, el empresario ruso Yuri Milner fundó el proyecto “Breakthrough Starshot” con la idea de lograr viajes interestelares a “Proxima Centauri” la estrella más cercana a la nuestra, es decir el Sol.

Entre las empresas y los multimillonarios del “NewSpace” hay rivalidades, descalificaciones y un ansia por superar lo que los competidores realizan. Es una nueva era de la conquista del espacio y la exploración. A los empresarios que la impulsan los mueve el sueño de pasar a la historia y ponen todo su empeño en ello. Son sabedores que el ser humano nunca ha dejado de observar el cielo y las estrellas.

*Docente-Investigador de la Universidad Autónoma de Chiapas

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