Letras Desnudas
Mario Caballero
Los otros fraudes de los gordos
Aparte de los actos de corrupción y los deleznables abusos de poder de José Antonio Aguilar Castillejos, Ciro Sales Ruiz y Marcelo Toledo Cruz, explicados ayer en este mismo espacio, también hay que ver los fraudes que han cometido en contra de lo que son y representan Morena y la 4T.
Doy no uno, ni dos, ni tres, ni cuatro, sino cinco ejemplos de ello y propongo un solo criterio para juzgar estas acciones o fraudes: ¿en qué ayuda su operatividad política al movimiento de transformación que inspira el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Rutilio Escandón?
Primero. Partamos de que Morena se convirtió en el partido gobernante gracias a la propuesta de luchar por la regeneración nacional, de evitar las trampas, de terminar, de una vez y para siempre, con las chocantes simulaciones que tanto daño le han hecho al país. Ellos tres, sin embargo, han demostrado que les gusta abusar del poder. Y de eso, quieran aceptarlo o no, los ciudadanos se han dado cuenta porque como lo ha dicho el mismo presidente de la República, la gente no es tonta.
Se supo, por ejemplo, que durante los casi tres años que Marcelo Toledo presidió la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado en la legislatura anterior, sostuvo a varios de sus familiares y amigos en la nómina del parlamento, cobrando jugosos sueldos y algunos inclusive ni siquiera se presentaban a trabajar. Ahí está el caso de su sobrina Estrella Marisol Camacho Toledo, que llegó a cobrar más de 32 mil pesos mensuales como trabajadora de mando medio y que él la tenía asignada para la realización de actividades para su promoción política.
En el caso de Aguilar Castillejos, el “súperdelegado”, la situación empeora. Pues son cientos de personas beneficiarias de los distintos programas sociales del Gobierno Federal que han venido denunciando durante los pasados tres años que les descuentan parte de los apoyos.
Un joven becario del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, cuyo nombre omito por aquello de las represalias, le contó a este autor que el encargado de los apoyos le dijo que nada más le daría mil 600 de los 3 mil 600 pesos que en ese entonces era el importe destinado de manera mensual (hoy son más de 5 mil 200 pesos), pero que a cambio del moche no tendría que trabajar ni cumplir con los demás requisitos.
¿No que ya no habrían trampas? A esto ¿en qué se diferencian Toledo Cruz y José Antonio Aguilar Castillejos de los políticos que tanto critican? ¿Acaso lo que hacen no se parece a las prácticas corruptas y fraudulentas del más rancio PRI?
SEGUNDO
Segundo, las alianzas con candidatos de oposición. Si por algo Morena ganó mucha confianza y credibilidad ante los electores es por demostrar estar distanciado de los viejos partidos PRI, PAN y PRD. No obstante, durante el proceso de asignación de las candidaturas, cientos de militantes y simpatizantes del partido del presidente protestaron, incluso marcharon, por la imposición de candidatos a alcaldías y diputaciones locales y federales para los comicios de 2021.
Denunciaron que el dirigente estatal, Ciro Sales Ruiz, había entregado las candidaturas a presidente municipal, así como a diputado federal, a militantes del PVEM y del Partido del Trabajo. Tal es el caso de Roberto Rubio Montejo, el falso diputado indígena, del Partido Verde, quien además le debe cuentas a la justicia por los delitos cometidos como funcionario de alto nivel durante la administración estatal anterior.
Esto cuando los verdaderos morenistas, esas mujeres y hombres que arrastraron el caite por todo Chiapas en aras de crear y fortalecer al partido que hoy está en el poder, merecían obtener las postulaciones.
Peor todavía, Sales Ruiz fue denunciado ante las autoridades electorales y ante la dirigencia nacional de Morena por ejercer violencia política de género contra algunas aspirantes a presidenta municipal e incluso algunas de estas mujeres lo acusaron de vender las candidaturas por cantidades millonarias. Como fue el caso de José Luis Laparra Calderón, exalcalde de Huixtla, quien según le compró al dirigente de Morena la postulación a la alcaldía de ese mismo municipio por cinco millones de pesos.
TERCERO
Tercero, la falta de congruencia política y la nula disciplina a los ordenamientos del presidente López Obrador, como la instrucción a ser honestos con los recursos del pueblo y no utilizarlos con fines electorales.
Como mencionamos ayer, Aguilar Castillejos se ha aprovechado tanto de los recursos humanos como financieros de la Delegación Federal de los Programas Integrales de Desarrollo en Chiapas para construir una estructura política con rumbo al 2024.
Para muestra un botón. Durante el proceso electoral anterior sus operadores políticos y coordinadores de la defensa del voto fueron los directores regionales de la dependencia a su cargo. Estos fueron José Luis Gordillo, de la región Bochil; Hugo Garay Ramírez, región Ocosingo; Cristóbal Bonifaz Solís, San Cristóbal de las Casas; Armando Robledo Vázquez, Tapachula, entre otros, quienes presuntamente utilizaron recursos de los programas sociales y se basaron en el padrón de beneficiarios para condicionar los apoyos a cambio del voto.
En este ejemplo, Aguilar Castillejos desobedece la orden presidencial y al mismo tiempo comete delitos electorales y fraudes a los recursos públicos.
CUARTO
Cuarto, la ineficiencia en el vínculo de los programas de Bienestar con los resultados electorales y con el combate a la pobreza. Porque a pesar de que Chiapas es el estado que más recursos recibe para programas de Bienestar (nada más el año pasado obtuvo 33 mil 981 millones de pesos de la federación para el apoyo de 1.5 millones de beneficiarios), la pobreza creció en la entidad durante los tres últimos años y pese a que José Antonio Aguilar Castillejos, Ciro Sales y Marcelo Toledo han sido señalados de usar los fondos de estos programas con fines electorales, Morena apenas gobierna 25 municipios.
De vicio los tres años que llevan controlando los programas sociales y al partido, para tan mediocres resultados.
QUINTO
Llego al quinto: la falta de sintonía de los objetivos de estos tres personajes, llamados “los gordos”, con los del presidente de la República y del gobernador Escandón Cadenas.
Es visible. Mientras AMLO y el mandatario estatal están trabajando por lograr mejores condiciones de vida para los chiapanecos, combatir la corrupción y la impunidad, ejercer los recursos públicos con honestidad y transparencia y darle credibilidad al partido a través de buenos resultados gubernamentales, los gordos han usufructuado sus cargos y al instituto político en beneficio propio. Esto se ve en su sorprendente enriquecimiento, en los nulos avances que los programas sociales han dado en materia de desarrollo social en la entidad y en el bajo rendimiento político de Morena, tanto así que en las pasadas elecciones perdió dos plazas importantes que venía gobernando: San Cristóbal y Comitán.
Por todo ello, es obvio que su desempeño en lugar de beneficiar, perjudica a la cuarta transformación y a Morena. Si a Aguilar Castillejos, Sales y Marcelo Toledo les queda un poco de dignidad deberían renunciar a sus cargos en lugar de estar buscando apropiarse del partido, ya que hasta ahora han demostrado sólo dos cosas: ser inconmensurablemente inútiles para hacer política y extraordinariamente hábiles para la rapiña.
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