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Letras Desnudas

Mario Caballero

Mariano Díaz: El Hartazgo

Si alguien cree que el compromiso que firmó el presidente municipal de San Cristóbal de las Casas para no realizar las obras de remodelación en el mercado José Castillo Tiélemans fue en demostración de congruencia política y honorabilidad, tiene que leer todo en su contexto.

Ese 17 de enero, Mariano Díaz Ochoa pudo alegar eso e inclusive decir que firmó con los locatarios por su elevada calidad moral y responsabilidad para con los ciudadanos. Pero lo cierto es que también ese mismo día se encargó de difundir a través de su equipo de medios y la prensa que tiene bajo sueldo que esos locatarios no eran locatarios, sino un grupo de choque que le enviaron sus adversarios políticos a los que calificó de oportunistas y que –según él- nada más lo critican porque respiran por la herida.

A decir verdad, alguien con congruencia política jamás hubiera despotricado contra sus contrapartes después de firmar un convenio. Alguien que presume calidad moral tampoco hubiera descalificado a sus oponentes como oportunistas, menos todavía sin demostrarlo.

Lo cierto es que ese grupo de desestabilizadores, como Mariano Díaz y sus huestes llamaron a los locatarios, no fue eso sino un grupo de ciudadanos que se vio en la necesidad de abordarlo tras salir de la sesión de cabildo que se realizó ese día en el Centro de Convenciones de El Carmen, y la presión para que firmara el compromiso fue consecuencia del negro historial que arrastra tras sus dos fallidas gestiones como alcalde de esa ciudad. Es decir, esas personas protestaron porque no le creyeron y porque consideraron que la obra de remodelación ponía en riesgo su patrimonio.

Para empezar, Mariano Díaz no dio explicaciones claras de la obra que pretendía hacer su gobierno. Para terminar, no sería la primera vez que tratara de engañar a la gente con proyectos que dizque mejorarían la imagen urbana de la ciudad y harían justicia social, pues hasta donde se sabe todas las que hizo antes terminaron siendo tapaderas de corrupción.

Como muestra está el hecho de que en noviembre de 2011 fue encarcelado por cometer un daño patrimonial al Ayuntamiento de San Cristóbal por más de 17 millones de pesos, ejercidos en 2008, durante su primer periodo como presidente municipal.De acuerdo con los informes de la Procuraduría General de Justicia del Estado, hoy Fiscalía, la orden de aprehensión girada en su contra fue por serias deficiencias técnicas en la ejecución de obras, erogaciones improcedentes, erogaciones injustificadas, faltante de documentación comprobatoria del gasto, pagos en exceso en la ejecución de obras, recursos ejercidos con fines distintos a sus objetivos y saldos pendientes de comprobar.

Esa es la realidad de las cosas. No hubo tal congruencia política ni honestidad por parte del alcalde Díaz Ochoa, sino un reclamo legítimo y justificado. Aunque –diré- tampoco estoy de acuerdo con las amenazas vertidas contra su persona de que si no firmaba el convenio para la otra serían más y llegarían armados. Eso es para la ley de la selva y a nosotros nos rige un Estado democrático, con leyes e instituciones.

LA GENTE ESTÁ HARTA

En el fondo, lo que este episodio nos deja claro es que hay un hartazgo de la gente hacia el gobierno de Mariano Díaz Ochoa. Que un grupo de locatarios se organice de tal forma para exigirle que se comprometa a no hacer una obra porque creen que lo único que quiere es defraudarlos, no puede verse de otra forma. No le creen. No lo quieren.

Ese día, entre la multitud, se escuchó una voz que decía: “La gente está harta de trampas y engaños. En vez del mercado compongan las calles, hay un chingo de baches. Sólo venimos a defender nuestro patrimonio”.

En otras ocasiones Díaz Ochoa ha dicho que a él no le interesa ser popular, sino tomar las mejores decisiones para sus gobernados. Es cierto, muchos gobernantes toman decisiones que son impopulares entre la gente, pero cuando todas las que toma son rechazadas por todos los sectores de la sociedad, ahí ya no hablamos de impopularidad sino de una crisis política. Gobernar exige de administrar expectativas, y cuando un gobernante no es capaz de crearlas, explotan las frustraciones y enconos.

Ese 17 de enero fue un grupo de alrededor de cien locatarios, pero dos días después fueron muchísimos más los sancristobalenses que se levantaron en protesta en contra suya.

Se trata de un importante grupo formado entre cámaras empresariales, colegios, colectivos, consejos vecinales, organizaciones civiles y hasta el Comité de Consulta y Participación Ciudadana, que a través de un documento en el que basados en sus derechos fundamentales pidieron la intervención del gobernador Rutilio Escandón para resolver el tema de la inseguridad en la ciudad.

Sí, conscientes de que el presidente municipal no puede o no quiere hacer algo por brindar garantías de seguridad a los ciudadanos, buscaron al Ejecutivo estatal. Por un lado, exhiben la incompetencia del alcalde y, por el otro, demuestran su hartazgo.

Así lo dicen en uno de sus párrafos: “Ante los hechos que se han dado en nuestra ciudad, los diversos sectores de la sociedad sancristobalense preocupados por la inestabilidad social, estrategias de seguridad fragmentadas, reflejando una ira pública que por lo general se alterna en apatía, en confusión social en el mensaje de control social al no diferenciar cuáles son las conductas reprimidas y cuáles las toleradas por la no ejecución de detenciones ordenadas por parte del aparato judicial del Estado, en contra de personas que lideran organizaciones con tinte social generando inestabilidad sociopolítica, desmanes, intimidaciones en la región, solicitamos la intervención activa del Gobernador del Estado en materia de Seguridad Ciudadana, para abordar los mecanismos de fortalecimiento y vinculación de la Seguridad Pública del municipio”.

¿HASTA DÓNDE?

Para nadie es un chisme que San Cristóbal de las Casas vive sus peores días en materia de seguridad. Tampoco que es un invento de los supuestos adversarios políticos de Mariano Díaz, esos que según respiran por la herida, y menos de los medios, que a diario ocurren asaltos a mano armada en el municipio y en sus comunidades, así como robos a casa habitación, a transeúntes, a automovilistas y que han venido ocurriendo violaciones y hasta enfrentamientos de pandillas de motociclistas con los policías municipales.

No se duda de que el gobernador Escandón Cadenas atenderá la solicitud de los pobladores, si no es que ya puso en marcha alguna estrategia.

Lo que causa duda es que si después de esto el presidente municipal buscará salir del hoyo. Porque hasta ahora su respuesta ha sido culpar a sus supuestos adversarios políticos y a la prensa de lo que él no ha podido resolver.

Pero lo que más inquieta es saber hasta qué punto intervendrá el gobernador en este asunto, ya que dada la actitud indiferente de Mariano Díaz creo que debe actuar con profundidad. Porque si un grupo de locatarios fue capaz de abordar al alcalde a la salida de una reunión de cabildo para exigirle que se comprometiera a no realizar una obra que los afectaría, no quiero pensar que, ante la incompetencia del alcalde para acabar con la inseguridad en el municipio, los ciudadanos comiencen a hacer justicia por propia mano.

Tal vez exagero, pero esto ya ha pasado otras veces, y aquí en Chiapas.

yomariocaballero@gmail.com

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