Desde mi Trinchera
Diego Victorio
Más gana el PRI y el PVEM por la movilización que por viejos
En 2021, el escenario electoral experimentará un ejercicio inédito. Digno de objeto de estudio: ¿cómo va Morena a operar su elección?
Sin duda, un punto fino en el desarrollo del proceso comicial del próximo año, máxime porque de boca propia de fieles seguidores de la 4T he escuchado decir que Morena repetirá la hazaña de 2018.
Una perspectiva netamente subjetiva porque a la hora de exigir argumentos que defienda su posicionamiento, el interlocutor replica “con honestidad valiente”.
Sin Obrador en la boleta, sin la narrativa de golpeteo al gobierno (porque ahora ellos lo son) enfrentando una polarización social y sin un algoritmo casero diseñado, debaten con slogan y monosílabos.
Inclusive, presuntos estrategas vinculados con el partido guinda insinúan que, el votante como un leal elemento de la Cuarta Transformación irá por cuenta propia a depositar su sufragio, como agradecimiento a los generosos programas sociales que el gobierno federal distribuye en los hogares mexicanos.
Lo comunican con ese dejo de soberbia. Sobrados. Seguros de que el día D, el elector tiene un compromiso moral con quien distribuye el dispendio social.
Simplificado, la metodología cuatroteista, es un símil neoliberal que, basaba su éxito electorero en los programas clientelares.
Con la peculiaridad de que los ideólogos del vino tinto pasan por alto una vieja confiable: la movilización.
Si la teoría no es un señuelo morenista para que el adversario haga confianza, apunte otra debilidad más que socializa el partido gobernante.
La estrategia de confiar tus prospectivas electorales en el padrón de beneficiarios de la ayuda social estaría incompleta y desorganizada.
El acarreo como despectivamente lo llamaba la entonces oposición, movilización como pomposamente lo venden los alquimistas de la derecha, podría ser el punto de quiebre de Morena y el fiel de la balanza que incline la elección hacia el lado de los expertis en el traslado de votantes a la urna.
Variable que determinaría el número de victorias en gubernatura, la distribución de fuerzas políticas en la Cámara de Diputados, alcaldías y congresos locales.
Otra razón más de porque el grupo de pragmáticos que militan en Morena pretenden aislar a los liderazgos radicales del proceso electoral.
A esos dogmáticos que, en sus cuentas alegres de 2021, acarician la cifra de los 30 millones de mexicanos que se amotinaron en las casillas hace dos años dándole un voto de castigo al corrupto gobierno de Enrique Peña Nieto.
A esos obsesivos de la vieja izquierda que hacen su presupuesto electoral partiendo de la votación de 2018, cuando ese fue un pico inusitado producto de un efecto arrastre.
A esa fuerza subversiva que diseña su mapeo electoral prospectando que, en 2021, recogerán 80 mil votos en Tapachula y 120 mil sufragios en Tuxtla Gutiérrez.
A esa fanaticada guinda, lamento decirles que más gana el PRI y el PVEM por la movilización que por viejos. Al Tiempo.
Comentarios Atrincherados
*** En Tuxtla Gutiérrez, el PRI, se está reconstruyendo. La vieja y nueva guardia se fusionan en un solo grupo.
Rostros como los de Flor Ángel Jiménez, Walter León, Bayardo Robles y Roberto Serrano, han vuelto a escena.
Mujeres activistas como Paulina Conde, Aida Jiménez Sesma y Haydeé Ocampo Olvera, han tomado la batuta en el sector femenil.
Cuadros como Emilio Salazar Farías, Jorge Martínez y Manuel Sobrino, han sido buscados por el Revolucionario Institucional para que abanderen la causa tricolor en la alcaldía capitalina.
Cualquiera de los tres garantiza buenos resultados al Revolucionario Institucional.
*** ¿Rubén Zuarth Esquinca es un gurú o de plano Julián Nazar Morales era pésimo? Se preguntan los mismos priistas.
***Sensacional función de box llevó a sus coterráneos el edil de Ixtapa Roberto Jordán Aguilar Pavón. Allá no solo hay obra sino también impulso al deporte. HASTA PRONTO.
