Pongamos todo en perspectiva
Carlos Villalobos
Sin sobresaltos en el frente, la segunda fase de la elección interna opositora ha dado sus primeros pasos. El Frente Amplio por México ha llevado a cabo su primer filtro, seleccionando a tan solo cuatro de los «valientes» aspirantes que buscan encabezar la presidencial. Entre ellos destacan las senadoras Xóchitl Gálvez y Beatriz Paredes, el experimentado diputado Santiago Creel y el exsecretario de Turismo Enrique de la Madrid.
El camino ha quedado sembrado lleno de eliminados, incluyendo nombres como el exgobernador Silvano Aureoles y el exjefe de Gobierno capitalino Miguel Ángel Mancera. Además, no podemos olvidar a los tres personajes de la sociedad civil que, pese a sus esfuerzos, no lograron asegurarse un lugar en esta etapa decisiva, como prácticamente todos los analistas ya apuntaban.
«Va por México», conformado por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido de la Revolución Democrática (PRD), así como organizaciones civiles, reportó, de acuerdo a los primeros informes, una participación en esta fase de al menos 1.9 millones de personas involucradas en la elección interna. Estos apoyos, aunque en su mayoría se concentran en los cuatro finalistas, también incluyen las firmas obtenidas por los aspirantes descartados.
Xóchitl Gálvez, por ejemplo, ha afirmado contar con más de medio millón de respaldos por sí sola. Beatriz Paredes no se queda atrás, ostentando más de 400,000 apoyos. Santiago Creel y Enrique de la Madrid, por su parte, se mantienen en la competencia con alrededor de 350,000 firmas.
El proceso francamente no ha sido un camino exento de controversia. Desde esta primera etapa, han surgido cuestionamientos sobre el proceso de registro de firmas. Alegaciones de irregularidades por parte de aspirantes como Xóchitl Gálvez y Jorge Luis Preciado, han arrojado dudas serias sobre la transparencia del proceso entre seguidores del frente y opositores a este.
Sin embargo, la verdadera sorpresa llegó con la noticia de que solo cuatro candidatos avanzaron, dejando fuera a nombres fuertes como Silvano Aureoles y Miguel Ángel Mancera, quienes desde el comienzo aseguraban y auguraban una competencia reñida, sin embargo, a la luz de los resultados obtenidos, no han sido tímidos al expresar su descontento.
En otra esquina, Francisco García Cabeza de Vaca, exgobernador de Tamaulipas, ha hecho hincapié en la rigidez del Frente Amplio por México, señalando que, si bien había conseguido apoyos, estos no estaban repartidos en los 17 Estados requeridos. Otro descartado por el proceso, Miguel Ángel Mancera, compartió su desconcierto al ser excluido pese a haber recolectado 195,000 firmas, destacando las dificultades en el proceso de registro.
A pesar de que muchos apuntaban que este proceso iba a provocar unidad y promover el espíritu democrático que el FAM jura y perjura que promueve, lo cierto es que las primeras rencillas, en una oposición muy parca, están empezando a asomarse, justo cuando apenas arranca el camino a la presidencial.
Como el mismo José Luis Preciado reveló, Xóchitl es la escogida, sin embargo, en su afán de simular, los pocos liderazgos dentro del bloque opositor están siendo tocados, situación que a la postre y frente a las urnas, pueda provocar o confirmar, una derrota inminente y contundente frente a Morena en el 2024.