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Populismo en Roma Antigua, la herencia de Roma en Estados Unidos y en México

Populismo en Roma Antigua, la herencia de Roma en Estados Unidos y en México

José Óscar Valdés Ramírez

Antes de que Roma se convirtiera en el imperio que todos conocemos, era una República gobernada por un Senado, formado por 500 miembros de la élite social. Los ciudadanos de a pie podían participar en decisiones políticas a través de asambleas de la plebe, presididas por tribunos, pero el senado tenía el poder de vetar sus propuestas.

Al estallar la tercera Guerra Púnica, muchas familias campesinas tenían a todos los hombres de edad militar en el ejército, ese fue el origen de Tiberio Graco, hijo de una familia acomodada, quien, gracias a la educación de su madre, desde muy joven había poseído un fuerte sentido de justicia social. Regresó de la tercera Guerra Púnica como un héroe nacional por ser el primer soldado en escalar los muros durante el asedio de Cártago, y aprovechando su prestigio social, decidió dedicarse a la política presentándose como tribuno de la plebe.

Gracias a su carisma, logró ganar el corazón de las masas. Cuando el Senado intentó vetar sus propuestas, Graco llamó a la desobediencia masiva en un acto parecido a una huelga general, con docenas de miles de seguidores tomó las calles, cerrando mercados, templos y paralizando toda la ciudad hasta que el Senado aprobó sus propuestas.

Era la primera vez que una ley se aprobó no por la votación en el senado, sino por la movilización de las masas. Era un acto anticonstitucional, pero la única manera de imponer la voluntad del pueblo.

Tiberio Graco fue asesinado por matones contratados por los terratenientes.

Tras su muerte, sus seguidores formaron un partido político, los populistas, que defendían los derechos del pueblo, frente a los optimates, que defendían los intereses de la élite senatorial. Aunque las reformas sociales de Graco eran legítimas, muchos de sus sucesores no tuvieron motivos tan legales, mientras elogiaban a los pobres con pan y circo.

La lucha entre los partidos se convirtió en un juego de poder entre los que pretendían dominar la sociedad desde arriba con dinero e influencia, y los que pretendían dominar la sociedad desde abajo con la manipulación de las masas.

Tras varias décadas de revueltas los populistas ganaron, e irónicamente, sus líderes se convirtieron primero en dictadores y luego en emperadores, acabando con el régimen republicano para siempre, los líderes populistas fueron después los primeros emperadores.

En USA y en México se juntaron dos populistas uno de Derecha y otro de Izquierda -Trump y AMLO-, juntos eran Superman, pero vino la pandemia y la manera del manejo de ambos fue distinta pero fatal, Trump dio dinero a los que se encontraban enfermos y apoyó a empresas. AMLO no dio nada a nadie.

A Trump en las recientes elecciones le cobraron la factura, lo dije hace cinco meses en “¡Qué tal Fernanda!” y lo publiqué en El Heraldo de México.

Aún no escribía para este Diario que Trump perdería las elecciones, no por los demócratas que tienen en Biden a un candidato gris que no apasionada a nadie, sino que la pandemia sería la oposición real y estaría haciendo lo que nunca pudieron hacer los demócratas, enfrentar a Trump, ponerle un freno… la pandemia lo tundió, la soberbia lo hundió y dividió a una nación haciéndola ver como una República de cualquier país latinoamericano pone en tela de duda a las instituciones mismas que lo llevaron al poder.

Lo mismo pasó con López Obrador, el discurso y la estrategia es la misma, desde la época de Roma la escuela que dejó Tiberio Graco.

Joe Biden cobrará la factura a AMLO en su momento, la falta de prudencia de ir hacer campaña en favor de Trump y aparecer en videos de campaña fue «el beso del diablo» para AMLO rematando con un Twitter de Trump en plena campaña llamando a empoderar a su amigo AMLO.

Reza el dicho: Si ya estábamos mal, podremos estar peor; pero eso ya lo sabemos los mexicanos.

El sacar a EPN del poder nos llevó con la 4T, fue “saltar del sartén al fuego», muchos seguidores de la 4T daban un sinfín de razones y explicaciones que Trump ganaría, son necios les dije que no sería así, el tiempo me dio la razón, Biden ganó.

AMLO midió mal las cosas, será un experto de elecciones en México, pero en USA, se le barrió, debió ser neutro, ni uno ni otro. Escogió un bando y tendremos todos que pagar ese error, como si estuviéramos bien. Ahora a preocuparnos por sanciones económicas y por el T-MEC.

Joe Biden le va aplicar lo que AMLO odia, la ley, la responsabilidad la rendición de cuentas. Biden no es populista, Trump solo fue «llamarada de petate», según invadiría Venezuela para ganar el voto de los venezolanos en Florida, solo les dio «atole con el dedo», AMLO se equivocó. Había varios amigos de un servidor, financieros y hasta allegados a familias presidenciales de USA, que decían que no irían con Trump a pesar de ser republicanos, votarían por su partido, pero no por Trump.

Biden es el Presidente con más votos en la historia moderna de USA -tuvo más que Obama-.

Pero el tema para AMLO es peor, su principal aliado (Trump) lo dejó en un galimatías pues detuvo a un exsecretario de la Defensa Nacional.

Si le avisó Trump y AMLO no dijo nada, lo tomarán como una deslealtad de su Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, si no le avisaron a AMLO, es peor el mensaje, es un “no le tenemos confianza” y lo hizo en plena campaña electoral, respondieron hasta pasados 15 días de una manera débil, no de inmediato.

AMLO debió estudiar bien a los republicanos, la xenofobia y racismo que caracteriza al Partido Republicano desde los años 50 o 60 es el principal motivo por el que los mexicanos tienen poca simpatía por ellos.

Biden prorrogará el DACA (por sus siglas en inglés de Acción Diferida para los llegados en la Infancia), es una asignatura pendiente. Aunque el Tribunal Supremo de Justicia falló en contra de la cancelación del programa, la administración Trump ha desafiado la justicia y anunció que ya no aceptará más solicitudes y que limitará las renovaciones.

Antes de Trump los solicitantes de asilo, muchos de ellos centroamericanos, podían esperar la decisión de un juez de inmigración en suelo estadounidense, pero durante su mandato el actual presidente ha forzado y cerrado acuerdos con nuestro país y Guatemala para impulsar el programa de «Tercer país seguro», un término basado en los principios de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, que contempla que un país puede negarse a conceder asilo y remitir a una persona a un tercer país considerado seguro.

Los datos duros que vienen para México son fuertes. El Banco Mundial estimó en un informe publicado en el mes de octubre, que el Producto Interno Bruto (PIB) de la región latinoamericana y el Caribe -excluyendo Venezuela-, caería un 4.7 por ciento y así fue.

Para México es peor, en medio de la caída de los precios del petróleo, una pandemia de rápida expansión y la quiebra de Petróleos Mexicanos, Moody’s redujo los bonos de ésta a nivel basura con -2.37 dólares por barril y una baja de 118 por ciento, haciendo de PEMEX la principal petrolera más endeudada del mundo.

Trump fue derrotado, con una tasa de desempleo rampante y una pandemia que no termina. En México el escenario del covid-19 es el mismo y la economía no termina de caer.

Así Trump, el Superman, el invencible, fue derrotado por su negligente manejo de la pandemia que reventó la economía y agotó el Fondo de Seguro de desempleo en USA.

La lectura de la elección de USA es simple, Trump mintió todo el tiempo, pero dio dinero en la pandemia y apoyó a los empresarios. Quedó la votación 290 Joe Biden contra 214 votos electorales de Trump, hasta la publicación de este artículo así estaban los números.

AMLO no respaldó a nadie en la pandemia, ¡a nadie! Abrió frentes por todos lados, para Trump se acabó la historia.

En México malas noticias, la misma autoridad sanitaría, el Dr. Muerte (López- Gatell) reconoce que viene la época de influenza y se conjuntará con el Covid-19. Ya hay estados con el semáforo en rojo, la Ciudad de México no está por un tema político-electoral y económico más que de salud.

Cerrar negocios sería el quiebre para mucha gente que ya está en la ruina, sin empleo, sin dinero y sin apoyos del gobierno, para AMLO es la hora de pagar facturas, en política las malas decisiones tienen consecuencias, así de simple.

Para los que dicen que AMLO tiene lectura favorable por la elección de Trump, disiento, por algo simple, esta vez el voto era para Trump, para que se reeligiera y el respaldo de sus seguidores está vigente, por el contrario, si siendo Trump el dueño de su imagen no ganó, no sobrevivió, perdió en las urnas.

El año entrante AMLO no competirá en la boleta, a diferencia de Trump, la caballada de Morena está flaca, preocupa más a AMLO la guerra interna de MORENA -le crecieron los enanos-.

El Presidente desde su trono verá la batalla, dará órdenes, pero él no podrá combatir, esa es la diferencia con Trump.

AMLO se complicó solo, sigue siendo su propio enemigo, le faltó prudencia.

Trump se va y con él todo su respaldo, vale recordar el refranero español que dice: “Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”, lo que significa, si ves que algo acontece a tu alrededor, lo mismo te puede pasar a ti.

Los populismos suelen ganar terreno cuando hay un sentido de indignación general entre los ciudadanos, que no sienten representados por ningún partido político tradicional.

Igual que en la asamblea de Graco, es una manera de expresar el verdadero sentimiento del pueblo, muchas veces ignorado por la élite política. Aunque inicialmente las causas pueden ser totalmente legítimas, cuando se juntan cientos de miles de ciudadanos enfadados, podría convertirse en una masa fácilmente manipulable.

Los políticos oportunistas aprovechan esta ocasión para prometer soluciones milagro a problemas complejos y señalar a un colectivo, normalmente uno fácilmente identificable, como el culpable de todo.

El populismo de Derecha juega con el miedo -verbigracia Trump-, y los populistas de Izquierda tienden a hacer discursos para provocar el odio hacia la élite socioeconómica -AMLO-.

Los populistas de Derecha suelen despertar los sentimientos nacionalistas, promoviendo el orgullo patriota y echando la culpa de todos los males de la sociedad a extranjeros o minorías étnicas y religiosas -Trump-.

Pero ambos juegan con el lado sentimental, en vez del racional de los ciudadanos, simplificando situaciones muy complejas en una lucha entre “ellos”, los malos, contra “nosotros”, los buenos.

AMLO declaró que no se pronunciaría por el tema electoral de USA -en español no reconoce a Joe Biden-, le siguen aventando leña al fuego.

Trump deja una nación dividida y revive los demonios de los grupos racistas que se creían extintos.

Tiberio Graco dejó su legado secundario, el populismo. La lección de Roma es simple, el populismo exterminó la democracia y llevó después a dictaduras y emperadores. No aprendemos de este epitafio: “Aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla”

Esta frase se atribuye en primera instancia a Napoleón Bonaparte, pero también se dice que quien inició con esta evaluación del pasado, presente y futuro, fue el filósofo español Jorge Agustín Nicolás Ruíz de Santayana cuando dijo: “Aquellos que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo”.

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