Roger Heli Díaz Guillén.
En prensa válidamente se ha cuestionado sobre el sentido del debate cuando existe una abrumadora diferencia entre la candidatura de Fuerza y corazón por Chiapas del PRI, PAN y PRD encabezada por Olga Luz Espinoza Morales, que es nacida en Mapastepec, Chiapas con una carrera política de quince años como diputada local y federal en tres ocasiones, concluyendo gestión este 2024 con licencia previa para contender a la gobernatura y Movimiento Ciudadano que encabeza Karla Irasema Muños Balanzar originaria Tuxtla Chico, Chiapas, que hasta hace poco militaba en las filas del PT; quienes compiten (4 partidos, de los que 3 están en peligro de extinción en Chiapas) con una super coalición y frente “sigamos haciendo historia” que encabeza Eduardo Ramírez Aguilar ERA con MORENA; PT, PVEM y todos los partidos locales registrados en el IEPC; emergiendo la importancia de analizar los fines y objeto de los debates de aspirantes a gobernar a Chiapas.
El debate según el artículo seis de sus lineamientos aprobados en acuerdo IEPC/CG-A/044/2024 de febrero de 2024 es “un instrumento por medio del cual cada una de las candidaturas expresen y confronten sus programas, proyectos y plan de trabajo que conforman su plataforma electoral, así como sus opiniones respecto a temas de interés social y político…intercambio de puntos de vista, de los que se infiere dos hacer que es expresar y confrontar ideas, NO controvertirlas porque cada contrincante es dueño de su verdad y el ciudadano le corresponde adoptarlas o no y; exige insumos necesarios para tal efecto como programa, proyectos y plan de trabajo. Es decir, no es un instrumento por medio del cual critiquemos a gobiernos, se denuncie o denigre la personalidad e imagen de los contrincantes, porque para ello ya están llenas las redes sociales y medios ordinarios de información objetiva y basura preparado por los propios grupos políticos en lucha electoral.
El próximo cinco de mayo de este 2024 será el debate en las instalaciones de la UNACH en la capital del estado, donde ciertamente llegan dos aspirantes con campañas opacas, sin comunicación social y eventos multitudinarios, con una austeridad por estos partidos nunca imaginados; ante un candidato ya gobernador que se percibe en el animo de la población que asiste a los eventos y reconocimiento en medios de comunicación; lo cual implica redimensionar el objeto central del debate antes destacado para que sea un espacio de nacimiento de ideas formales expuestos por las partes ante los ciudadanos con interés y responsabilidad social que enriquezcan el destino de Chiapas, buscando que los contrincantes asuman sus diferencias y convergencia retomables por el bien común.
En el debate la confrontación no es personal o política sino de ideas y propuestas argumentadas, fundadas y motivadas. Es un espacio de cara a la sociedad para trasmitir saberes, preocupaciones y propuestas que atienden el mayor interés social del momento histórico de la vida pública, basado en un formato donde el interés ciudadano y sus preguntas posibles sea un trabajo previo de compilación para determinar áreas de interés público como medio ambiente, educación comunitaria, cultura, desarrollo, etc; cuyo contenido de atención y respuesta están en lo insumos necesarios antes citados para el ejercicio de EXPRESAR y CONFRONTAR ideas y propuestas para el bienestar y transformación de Chiapas que es el objeto oficial y formal del debate.
A menos de dos meses de la elección ante la disparidad abrumadora de la contienda electoral a favor de liderazgo de Eduardo Ramírez Aguilar, cabe preguntarnos como lo han hecho otras plumas, si vale la pena el debate en estas circunstancias o únicamente apoya a que las dos aspirantes puedan subir algunos puntos en las preferencias electorales; siendo sustantivo destacar que en el marco expuesto, el debate permitirá que mucha población indecisa o neutral asta este momento y que no está por convicción o interés en las bases de datos de los partidos políticos, pueda inclinar su afinidad por perspectiva de género a alguna candidata o por su personalidad e ideas o; por lo menos, que el debate les sirva como espacio de publicidad que con sus recursos en red estatal no podrían pagar el tiempo que disponen.
Concluyo en la idea anterior, que para Eduardo Ramírez Aguilar el debate no le representa un escenario de publicidad sino de consolidación de su liderazgo y fortalecimiento de su nombre que ya es una marca ERA, para que Chiapas le conozca su faceta no de orador probada ya, sino humana, racional, justa y grandeza de sus saberes aplicados a la vida publica por el bienestar social, bien común y orden social. Que el debate sea una ventana y lienzo para pintar su visión por Chiapas como parte complementaria del trabajo todo terreno. UNA EXPERIENCIA ANUNCIADA si el formato del debate lo permite.
