Energía renovable para el futuro

Ricardo Monreal Ávila

La transición energética se ha vuelto un asunto prioritario para los gobiernos en todo el mundo, especialmente en México, donde sólo el 31 por ciento de la electricidad se genera a partir de energías renovables, como geotérmica, nuclear, solar, eólica e hidroeléctrica. Este cambio es cada vez más urgente frente al calentamiento global, y una creciente demanda de fuentes de energía más limpias en la mayoría de los segmentos del mercado.

En nuestro país y el mundo hay un crecimiento importante en cuanto a las oportunidades para generar energía limpia. De acuerdo con un análisis de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés), para 2021 se prevé un aumento en la capacidad global de generación de energía, a partir de fuentes renovables, a 290 gigawatts (GW, unidad de potencia que equivale a mil millones de watts), superando así en tres por ciento el máximo histórico registrado en 2020.

El creciente apoyo de las políticas gubernamentales para impulsar la transición energética y los objetivos de energía limpia más ambiciosos son factores que influyen en estas tendencias. Un informe de la IEA proyecta que para 2026 la capacidad global de electricidad renovable se expandirá en un 60 por ciento, a más de 1,800 GW, desde los niveles del año 2020 (3,000 GW, aproximadamente) hasta alcanzar los 4,800 GW.

Esto es relevante porque ese nivel equivaldría a la capacidad de generación de energía total actual en el mundo, a partir de combustibles fósiles y energía nuclear combinados. De ahí que podamos esperar que las energías renovables representen casi el 95 por ciento del aumento de la capacidad energética global hacia 2026. La energía solar fotovoltaica, por sí sola, proporcionará más de la mitad de este incremento.

Es verdad que el nuestro es uno de los países con más recursos renovables y, por tanto, tiene la posibilidad de aumentar significativamente su capacidad de producir energía más limpia. En ello coincidió la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer M. Granholm, durante su visita a México del 20 al 21 de enero de 2021, al señalar que “ha sido bendecido con una abundancia de potencial energía renovable (…)”.

Por ejemplo, al sur de la nación existen vastos recursos acuíferos que se pueden utilizar para el aprovechamiento de la energía hidráulica. También hay zonas, como el Istmo de Tehuantepec, el noroeste de Quintana Roo, el centro-sur de Zacatecas y el límite noroeste del Valle de México, en donde hay un potencial importante para el uso de energía eólica. Mientras tanto, la energía solar se puede aprovechar en la mayor parte del territorio nacional, dada la ubicación geográfica y las características climatológicas del país.

De acuerdo con los objetivos de la Ley de Transición Energética, para el año 2024 el 35 por ciento de la energía consumida en México deberá provenir de fuentes limpias, mientras que para el 2050 este nivel se tendrá que elevar al 60 por ciento. Al tratarse de objetivos ambiciosos y necesarios en apoyo al combate al cambio climático, es importante continuar avanzando en la ruta correcta.

En tal sentido, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) anunció que, como parte de su Plan de Negocios 2022-2026, realizará una serie de proyectos renovables que comenzarán a operar entre 2022 y 2028. Entre ellos, destacan una central fotovoltaica de cuatro fases en Sonora, una central geotérmica y la modernización de 10 hidroeléctricas.

Además, el 8 de febrero de 2022, para financiar proyectos de energías renovables y eficiencia energética, llevó a cabo la colocación de su primer bono verde o sustentable por 1,750 millones de dólares: el más grande de un corporativo en América Latina.

Con la reforma constitucional en materia eléctrica propuesta por el Ejecutivo federal será posible reconstruir el modelo energético del país, para dotar con mayores capacidades a la CFE. Bajo la rectoría del Estado lograremos avanzar con mayor claridad hacia nuestros objetivos y, de esa manera, alcanzar la neutralidad en las emisiones de carbono hacia 2050.

México debe aspirar a un modelo energético que priorice las energías limpias y renovables, y que al mismo tiempo garantice que las y los habitantes tengamos acceso a energía más barata y de mejor calidad. La reforma eléctrica indica que el país va en la dirección correcta.

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Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA

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Un comentario

  1. Es un hecho de que México tiene que modernizarse en materia energética, tenemos cientos de recursos renovables que podemos aprovechar al máximo. Sempra Infraestructura nos ha demostrado que la inversión en energías limpias trae resultados positivos.

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