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Chiapaneca llega al Salar de Uyuni

Se trata de Peggy Elizabeth Álvarez Gutiérrez, científica y primera investigadora mexicana en realizar esta proeza

M de R / Diario de Chiapas

Con un viaje de más de 50 horas, Peggy Elizabeth Álvarez Gutiérrez, docente e investigadora del Tecnológico Nacional de México campus Tuxtla Gutiérrez, se aventuró a la expedición Científica del Salar de Uyuni en Bolivia y a la reserva de Fauna Andina “Eduardo Avaroa” a invitación de la Universidad de San Simón de Cochabamba, para participar en un taller de Microorganismos Extremofilos, esta expedición se realizó con investigadores de Bolivia, Dinamarca, Eslovenia, Portugal, España y México.

“Hicimos una expedición en búsqueda de organismos que viven en condiciones extremas en particular aquellos que viven en condiciones hostiles de temperatura y sal, nosotros fuimos en búsqueda de bacterias productoras de enzimas de interés industrial que puedan soportar condiciones adversas de procesamiento”, puntualizó la Dra. Peggy. Cabe señalar que esta es una colaboración con investigadores bolivianos y que son ellos quienes resguardan las muestras biológicas.

El salar de Uyuni es un salar inmenso y puede observarse desde el espacio, es el más grande de todo el mundo, “acepte la invitación y llegue como la primera mexicana científica que logra hacer esta expedición para tratar de investigar la microbiota que está presente en este lugar, este lugar es único en el mundo porque es la superficie más plana que existe en la tierra, es un salar formado hace miles de años en donde la vida no prospera, también se utiliza como referencia para calibrar a los satélites, tiene una superficie de casi más de 200 estadios de futbol”.

La investigadora chiapaneca, relató que éste viaje fue un reto personal, ya que como mujer transgredió sus límites físicos y emocionales, tuvo que estar a temperaturas muy bajas y altitudes en las que nunca había estado, “es un parte aguas porque me permite saber que la labor que estoy haciendo trasciende fronteras y trae muchos beneficios personales a mi vida, además puedo transmitir a mis alumnos y a otras personas, fue una de las mejores experiencias”.

La soledad del salar sin plantas y sin animales, hace que el silencio sea la única compañía provoca además un efecto sobre la fragilidad de la vida y la persistencia del paso como seres humanos.

“Ha sido uno de los viajes más felices de mi vida, ha sido un parteaguas no solo en mi carrera científica porque tuve la oportunidad de estar codo a codo durante muchas horas con científicos muy importantes como Ramón Rosello Mora, del Consejo Español de Ciencia y del Instituto Mediteráneo de Estudios Avanzados de las Baleares, quien es un científico icono en la descripción taxonómica de bacterias, Dra. Nina Gunde Cimerman, de la Universidad de Ljubliajan (Solovenia) experta en hongos extremos, el investigador Vítor Vasconcelos del Centro Interdisciplinario de Investigación en Mar y Ambiente (CIIMAR) de Portugal experto en cianobacterias, Daniel Guzmán vicerrector de la Universidad de San Simón en Bolivia, Jerry Luis Solis Valdivia, investigador en biotecnología de la Universidad de San Simón,  Jimmy Ciancas y Orlando Oros de la fundación Proimpa de Bolivia, Yordanis Pérez Llanos de la UNAM, Ramón Batista de la Universidad Autónoma de Morelos expertos en hongos extremófilos, Boerge Diderichsen de Dinamarca experto en enzimas y Elizabeth Aranda de la Universidad de Granada experta en micología ambiental.

Las lagunas que visitó en la reserva no solo tienen la particularidad de tener temperaturas hostiles de congelamiento, sino que además tienen concentración de sal por encima del 10 o 20 por ciento, con una tonalidad roja debido a los organismos que viven ahí y en particular de las bacterias, pudo observar a los flamencos que viven a una altitud de 5 mil metros por encima del nivel de mar, además visitó lugares con vestigios volcánicos con hervideros de agua, lodo y vapor de más de 100 grados.

Cabe mencionar que la expedición de la Dra. Peggy ha tenido como fin colaborar con la fundación PROINPA, una empresa con fines biotecnológicos que se dedica al cultivo de Quinoa en condiciones extremas y en su caso trata de analizar los microorganismos asociados a la Quinoa en estas condiciones para ver cómo las plantas y los microorganismos sostienen esa relación simbiótica para lograr sobrevivir en condiciones extremas.

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