M de R / Diario de Chiapas
De la forma más cínica que se pueda pensar, Carlos Morales Vázquez intenta “envolver” al Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), al solicitarle mediante el oficio PM/CJM/0072/2021, le informe los requerimientos y plazos para que se pueda separar del cargo e intente la reelección como edil de la capital chiapaneca.
Sin embargo, en este amañado documento que giró en hoja membretada del Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, se demuestra que el Presidente no “tiene escrúpulos para buscar quedarse otros tres años en la silla municipal cuando en proceso legal tiene pendiente por resolver el tema de violencia política de género contra la regidora Adriana Guillén Hernández, que el propio IEPC aprobó, lo que le impediría participar en las elecciones electorales venideras.
Más grave resulta que le valga un “cacahuate” lo que digan los tuxtlecos por los nulos resultados que ha tenido para sacar adelante al municipio y estar pensando en reelegirse “lo tacha tal cual es, en un ambicioso del poder, que no tiene llenadera”.
Resulta además infantil, propio de su escasa inteligencia para asumir con responsabilidad que su actuar no va acorde con la realidad, pues las quejas de la ciudadanía están presentes por sus acciones de saqueo, robo, complicidad y atropellos contra los tuxtlecos. Sin ir muy lejos el caso Veolia es un ejemplo.
“Quién lo detendrá para evitar que siga llenando el cochinito para su retiro y jubilación, y para juntar lo suficiente para tener una plataforma que le permita brincar a un trampolín político en 2024”. Su actitud es simplemente bochornosa.
LA PRESIÓN CONTRA OSWALDO CHACÓN
Solicitar al presidente del IEPC, Oswaldo Chacón Rojas, le informe los requisitos para poder buscar la reelección como alcalde es sólo para distraer la atención o en realidad es un neófito en cuestiones electorales.
Consultar cuáles son las prohibiciones durante la campaña electoral a la que debe sujetarse en caso de que se postule es como una mentada de madre para los políticos de su propio partido, pues se preguntarán “¿a qué juega este sujeto?”
La pregunta para el árbitro electoral es si se prestará a alentar las aspiraciones de Carlos Morales cuando el IEPC determinó una sanción por un juicio que está abierto y mientras no se resuelva en las instancias litigiosas jurídicas electorales, no está en condiciones de participar.
Tanto Chacón Rojas como el edil saben que existe ese impedimento o candado, y cualquier partido político correría el riesgo que se quede sin candidato ante una decisión por parte del órgano jurisdiccional sólo por una maniobra desesperada de Morales Vázquez.
Al oficio girado por el edil al IEPC con fecha 19 de enero se esperan 15 días como máximo para saber qué responde el presidente del órgano electoral. ¿Permitirá Oswaldo que el goloso del munícipe se salga con la suya? La respuesta está en su cancha.
