Elementos del INM y de la Guardia Nacional realizan redada de migrantes en el parque de Mapastepec donde pernoctaban; Naciones unidas denuncia abusos y violencia
José Cancino/Jeny Pascacio
La cuarta caravana migrante en menos de 15 días se formó este miércoles en Tapachula y avanzó por la carretera costera, hasta llegar al municipio de Huixtla para descansar y tomar aliento hacia su próximo destino.
La caravana conformada por unas 450 personas, ha acelerado su marcha y se promete llegar a Mapastepec, que se ha convertido en un punto complicado, donde se han generado enfrentamientos entre la Guardia Nacional y elementos del INM contra migrantes, que intentan a toda costa no ser detenidos.
La dispersión de extranjeros en municipios del sur de la Entidad, plantea disminuir los a grupos que van en situación de avanzar hacia Oaxaca y después hacia el centro de México.
Unos 300 integrantes de la GN y otros 300 agentes del INM han sido desplegados en este municipio de la región Costa, donde los pobladores lamentan que se ponga en riesgo la situación de familias y lugareños.
Según estimaciones de activistas en la frontera sur, en los últimos 15 días habrían sido detenidos unos 500 migrantes entre todos los operativos que se han realizado en este municipio de Mapastepec.
El grupo de extranjeros avanza rápido y seguramente para este jueves alcance a llegar a Mapastepec, donde aseguran que implementarán una nueva medida y evitarán ser retenidos.
Horas antes, durante la madrugada, los migrantes fueron interceptados en el tercer grupo que intentaba dialogar con las autoridades mexicanas. El saldo fue de unas 80 personas detenidas y la separación de familias.
Hasta entonces, se desconoce el destino de los asegurados, que lamentan haber sido interceptados y no cruzar hasta Oaxaca.
Este jueves el contingente tendrá como punto meta el municipio de Escuintla, donde intentarán descansar pese a la molestia de algunos pobladores.
En este contexto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, expresó hoy su profunda preocupación por la situación de personas migrantes y refugiadas que, en caravana caminan la carretera costera de Tapachula a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, pues identificó casos de lesiones graves y separación familiar.
En el comunicado, la Unicef hace enfoque especial en la situación de niñas, niños y adolescentes que viajan desde el sur de México hacia la frontera norte, algunos de ellos sin la compañía de un adulto.
“Se ha identificado el uso desproporcionado de fuerza por parte de cuerpos de seguridad contra familias con niños pequeños, además de sustracción y destrucción de documentos de identidad que avalaban la estancia legal de estas familias en México”.
En la documentación de Unicef Tapachula, observó que en las caravanas es evidente la deshidratación de menores de edad, manifestada por fatiga y somnolencia. Expuso que reciben acceso muy limitado a servicios esenciales para su bienestar físico y emocional, nutrición, educación y protección.
Están expuestos a un alto riesgo de explotación, abuso o trata durante su desplazamiento por el país o su estadía en campamentos y centros de descanso fronterizo, la mayoría de ellos de carácter improvisado y carentes de las condiciones mínimas de seguridad e higiene.
“Independientemente de dónde se encuentren y hacia dónde se dirijan estamos hablando de seres humanos que son, ante todo, niños”, señaló Fernando Carrera, representante de Unicef en México.
“La detención y la separación familiar no sólo son experiencias profundamente traumáticas para un niño, sino que pueden aumentar también su riesgo a verse explotado, abusado y afectado por niveles de estrés con consecuencias devastadoras a corto, mediano y largo plazo”.
