M de R / Diario de Chiapas
El presidente de Bochil, Gildardo Zenteno, mandó a correr con la policía municipal al voceador de esta casa editorial que vendía los periódicos donde se plasmaba la denuncia ciudadana de que el munícipe no respeta las normas sanitarias, luego de ser exhibido sin cubre bocas y sin guardar la sana distancia, en un evento social al que asistió como padrino de boda.
Luis Gabriel Espinosa Marroquín es el vendedor de periódicos que salió “por piernas” de la cabecera municipal, tras ser amenazados por agentes y mediante una llamada telefónica por quien dijo ser el comandante de la corporación.
“No puede usted vender los periódicos, si no se va los vamos a detener”, fue el señalamiento certero que los uniformados le indilgaron a quien a base de esfuerzo y honradez se gana la vida.
Ante estos hechos, el trabajador de esta casa editorial presentó una denuncia ante la Fiscalía del Periodista en la capital Tuxtla Gutiérrez.
Esperemos que el alcalde sea llamado a declarar para que responda a lo que es una clara violación a la libertad de expresión y, además, a las garantías de los ciudadanos, quien, como don Luis Gabriel, trabaja para poder llevar dinero a su hogar.
Esta acción demuestra que el alcalde, en lugar de mandar a sus guaruras uniformados a reprimir, debería ser un ejemplo para no “violar” las reglas sanitarias que ha establecido el sector Salud en todo el estado. Él, como todos los funcionarios de primer nivel, deben marcar diferencia, pero de forma positiva.
