- Extitular de la ASE le toma el pelo al IEPC al “acreditar” su mágico origen indígena, del que nadie sabía que nació entre pencas, mulas y gallinas, allá en el municipio de Simojovel
Enrique Buenrostro/ Diario de Chiapas
En Chiapas ya se hizo costumbre en tiempos electorales la conversión de funcionarios en habitantes indígenas.
Roberto Antonio Rubio Montejo, por ejemplo, que cuando vio la oportunidad de ocupar una curul con las siglas del PVEM, no dudó en hacer maniobras para obtener una constancia de residencia, como oriundo de Las Margaritas, y sostener así que tenía derecho a ocupar un escaño de representación indígena.
Hoy ni quién lo conozca en el citado municipio, a donde sólo fue a pararse para prometer cosas que nunca cumplió.
Ahora es José Uriel Estrada Martínez, extitular de la Auditoría Superior del estado, quien ahora le toma el pelo al Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana, al “acreditar” su mágico origen indígena, del que nadie sabía nada, nacido entre pencas, mulas y gallinas, allá en el municipio de Simojovel.
La maniobra de Estrada Martínez es similar a la de Rubio; con tal de tener presencia política se inventan orígenes indígenas de los que nunca hablaron, hasta que vieron la oportunidad de desplazar a un verdadero habitante y nacido en esas regiones.
Hoy, Uriel Estrada Martínez, a través de la coalición Sigamos Haciendo Historia, es el caso más reciente que deja al órgano electoral local en ridículo, al aceptar que tres sencillas preguntas acrediten el supuesto lugar de origen, y que lo presenten como descendiente directo de un habitante indígena.
Es tan sinvergüenza la maniobra de Estrada Martínez, que ahora nos enteremos que incluso ocupó un cargo tradicional en Simojovel, esto según los dichos del Agente Rural, Manuel López Hernández, a quien seguramente no sólo le calentaron las manos, también lo veremos pronto cargando las maletas del exauditor, en premio a esta farsa que ofende a las comunidades originarias de Chiapas.
La candidatura de José Uriel Estrada Martínez es una mentada de madre para las comunidades originarias, que son usadas como un trampolín político, y que seguirán en el abandono mientras estos que hoy se dicen cien por ciento indígenas, los desprecian y se enriquecen a sus costillas.
También debe motivar una discusión seria, respecto a los procedimientos que la autoridad electoral reconoce como medios de prueba, como en este caso, que mediante preguntas a Manuel López Hernández acreditan el origen de alguien que hasta el año pasado jamás reveló su lugar de nacimiento, y mucho menos que había sido una autoridad tradicional en Simojovel, donde supuestamente reside.
Como tampoco sabíamos que Uriel Estrada incluso es hablante del tsotsil, como lo afirma el Agente Rural.
¿Los habitantes de Simojovel estarán enterados de este chiste? Ojalá y pronto se movilicen para que la candidatura la tenga alguien que sí los represente, y no Uriel Estrada, que más bien representa a la coalición sigamos haciendo tranzas, y por eso le urge tener protección política ¿A poco creen que le interesa el tema indígena?
