• Terminar con la carrera judicial para crear un escalafón electoral abre las puertas a financiamientos ilegales y una distorsión del Poder Judicial Federal; la sociedad será la más afectada, advierten
Marco Alvarado / Diario de Chiapas
La elección de los juzgadores federales mediante el voto es un riesgo, porque abre la posibilidad a los grupos políticos y delictivos de tener a sus “candidatos” y con ello asegurar “compromisos” en la impartición de justicia.
“Entonces estarán sujetos a los poderes fácticos y serán los ciudadanos quienes salgan perdiendo”, comentó en una entrevista la representante del Comité de Defensa del Movimiento de Trabajadores del Vigésimo Circuito del Poder Judicial de la Federación, Irma Elizabeth Monzón Velasco.
La tarde de este jueves, trabajadores del Poder Judicial, barras de abogados y postulantes, se reunieron para un foro de análisis sobre esta reforma, evento en el que compartieron sus inquietudes sobre el modelo que se propone, y que está lejos de mejorar el acceso y la impartición de justicia en el país.
Al término del encuentro, Monzón Velasco comentó que este cambio en la estructura del Poder Judicial vulnera a la sociedad, al quitarle a los juzgadores independientes, para que tomen decisiones sin ninguna presión interna o externa.
También lamentó que todos los días, desde el espacio presidencial, haya un ataque al Poder Judicial de la Federación, en lugar de establecer un diálogo franco en el que la sociedad tenga la información adecuada “critican nuestra labor y eso nos impacta como personas, se nos olvida que también los trabajadores del Poder Judicial somos ciudadanos, somos pueblo, pero todos los días se nos ataca de muchas maneras, con un daño expresivo que sólo está generando un estigma”.
Si bien se manifestó a favor de cambios que mejoren la impartición de justicia y contribuyan a fortalecer la confianza de los habitantes, señaló que la iniciativa del Presidente de ninguna manera pretende esto, sino politizar y volver un espacio de simpatías un poder fundamental en el funcionamiento del país.
Y recalcó que a diferencia de un diputado o un senador, la carrera judicial exige conocimientos específicos, que se ponen a prueba en exámenes de oposición, para que los mejores perfiles resuelvan los conflictos que se presentan en la sociedad.
“Los cargos de elección no sirven para resolver conflictos, ellos se deben a las simpatías de los electores y de las promesas que hacen en campaña, y que tienen la obligación de cumplirlas, mientras que los juzgadores federales deben hacer cumplir la ley sean o no populares”.
Alertó que si el Poder Judicial Federal es sometido a procesos electorales, entonces los aspirantes a ocupar un cargo tendrán que hacer campaña, hacer promesas, y puede que estas no sean a favor de los ciudadanos, sino de los poderes y las fuerzas que le pagaron la campaña, entonces el compromiso podría ser a favor de liberar delincuentes o de menoscabar los derechos laborales. Ahí radica el riesgo de la propuesta de Andrés Manuel López Obrador.
