· En Chiapas circulan alrededor de 20 mil mototaxis, todos irregulares, y la cantidad crece cada día más; familias caciquiles, encabezadas por el edil Juan Antonio Castillejos Castellanos, tienen acaparado este medio de transporte
· La Secretaría de Movilidad y Transporte reconoce corrupción, pero no actúa
Yuridia Montenegro/ Diario de Chiapas
Desde las siete de la mañana, don Israel López, de 40 años, maneja un mototaxi y moviliza a decenas de personas por todo San Fernando. Este es un municipio situado a 15 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, de calles largas, estrechas y empinadas.
De piel bronceada, cuerpo robusto y mirada cansada, Israel tiene jornadas laborales de casi 15 horas y al final del día debe pagar en promedio 200 pesos al dueño del mototaxi.
Él sabe que si no tuviera que pagar por la renta de ese vehículo le quedarían más ganancias, pero para él -con poco poder adquisitivo- comprar un vehículo de ese tipo y ponerlo a trabajar por su cuenta propia es casi una misión imposible. El sector está prácticamente monopolizado.
Con poco más de 41 mil habitantes, San Fernando aloja colonias distantes de la cabecera municipal. Ahí es donde se encuentra el centro del comercio, muy cerca del Mercado Municipal San Fernando, donde el sonido de los motores de las motocicletas forma parte de la vida cotidiana.
Para los habitantes que viven en colonias alejadas, tomar un colectivo o un mototaxi es la opción idónea para acercarse al epicentro comercial. Los colectivos únicamente pasan por las calles principales y cobran siete pesos, mientras que los mototaxis cobran desde 10 pesos y sus tarifas aumentan dependiendo del número de personas que viajan a bordo. Esta es la opción que mucha gente escoge por ser la más rápida y tener mayor facilidad para meterse por veredas de terracería.
IRREGULARES QUE QUIEREN REGULARSE