M de R / Diario de Chiapas
Para Ripley lo que sucede al interior del Ayuntamiento tuxtleco. Por la presión social y la declaratoria de emergencia sanitaria que dictaminó el gobierno federal ante los casos del coronavirus que van en aumento, el alcalde Carlos Morales Vázquez tuvo que salir a pregonar una serie de medidas, pero por hacerlo ya casi cuando el “niño se ahogó en el pozo”, cometió una pifia garrafal que en estos tiempos de tensión se tomó a chascarrillo y objeto de memes por aquello de que “dice mi mamá que siempre no” o como decía el famoso vocero del expresidente Vicente Fox: “Lo que el Presidente quiso decir…”
Resulta que, al mediodía de este martes, el edil anunció que cerraba parques recreativos y de convivencia social para evitar que el virus se propague.
Pero lo que a la postre resultó un galimatías fue el anuncio de que se establecía “Ley seca” del primero al 30 de abril.
El alcalde señaló “con bombo y platillo” que la venta de cervezas, vinos y licores quedaba suspendida en la capital chiapaneca hasta el 30 de abril, de acuerdo con las disposiciones ordenadas por el gobierno municipal, en seguimiento al control sanitario que ordenó el gobierno federal para contener la pandemia de Covid-19.
Señalaba que desde ayer martes quedaba suspendida la venta de bebida con graduación alcohólica, tanto en las tiendas de conveniencia como en las cadenas de supermercados, bares, restaurantes, entre otros.
La medida tenía como objetivo prevenir contagios, aunque no quedó completamente claro en qué forma el consumo de alcohol puede propiciar el padecimiento del nuevo virus.
En el caso de los restaurantes, el Ayuntamiento expresó que quedaba prohibida la venta de alcohol, pero se podía seguir comerciando comida a los clientes.
También los salones de fiestas y eventos debían suspender sus actividades hasta nuevo aviso, y de no hacerlo, quien incurra en la venta de alcohol enfrentaría una sanción económica y hasta la clausura de su establecimiento.
Con esta medida, se reforzaban acciones como el aislamiento social que ordenó el gobierno federal, en una búsqueda por disminuir los riesgos de contagio del Covid-19, del que se han confirmado 13 casos en Chiapas.
Hasta ahí la declaratoria oficial del alcalde Carlos Morales Vázquez. Sin embargo, un par de horas después, Roberto Mijangos Nucamendi, director de Verificaciones y Clausuras, le corrigió lo dicho al alcalde.
Leyó un oficio que él firmaba donde aclaraba que no había tal “Ley Seca”, al contrario, se seguía permitiendo la venta de alcohol, pero con la novedad de que ésta sería sólo para llevar y consumir a domicilio.
La escena prácticamente rememoró la parodia que se hizo famosa en el gobierno de Vicente Fox, a quien su vocero casi siempre le enmendaba sus errores con la frase “Lo que el Presidente quiso decir…”. Justo así pasó con el alcalde. Las pifias esta vez pudieron echar a perder el negocio de las “mordidas” que están a la orden del día en este sector.
