Revela el Instituto que la ciudadanía considera que la situación es mayormente negativa en las grandes ciudades de Chiapas
Ainer González / Diario de Chiapas
En Tuxtla Gutiérrez y en Tapachula, la percepción de inseguridad ciudadana sigue siendo -mayormente- negativa, revela la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi).
En junio de 2022, el 84.2 por ciento de la población de 18 años y más consideró inseguro vivir en la capital del estado de Chiapas, este porcentaje, señala el Inegi que representa un aumento estadísticamente significativo con relación al porcentaje registrado en marzo de 2022, que fue de 79.7 por ciento.
Asimismo, la ENSU refiere que, hasta el segundo semestre de 2022, el 81.4 por ciento de la población de 18 años y más consideró inseguro vivir en la perla del Soconusco, donde este porcentaje, representa un aumento significativo con relación al porcentaje registrado en marzo de 2022, que fue de 73.6 por ciento.
A NIVEL NACIONAL
Sin embargo, la encuesta destaca que las ciudades con mayor porcentaje de población que se siente insegura fueron: Fresnillo, Zacatecas, Ciudad Obregón, Irapuato, Cuautitlán Izcalli y Colima con 97.2, 90.4, 89.7, 89.7, 89 y 87.5 por ciento, respectivamente.
Por tanto, a nivel nacional el Inegi refiere que en junio de este año, el 67.4 por ciento de la población de 18 años y más consideró inseguro vivir en su ciudad, porcentaje por debajo de lo que se registró en las dos ciudades más pobladas de Chiapas.
Durante este periodo, el Instituto señala que el 72.9 por ciento de las mujeres y el 60.9 por ciento de los hombres consideraron que es inseguro vivir en su ciudad.
En lo referente a la percepción de inseguridad en espacios físicos específicos, el Inegi apunta que en junio de este año, el 76.5 por ciento de la población manifestó sentirse insegura en los cajeros automáticos localizados en la vía pública; el 70.9 por ciento, en el transporte público; el 62.6 por ciento, en el banco y el 59.5 por ciento, en las calles que habitualmente transita.
Durante el segundo semestre de este año, la dependencia menciona que el 54.8 por ciento de la población de 18 años y más, residente en las ciudades objeto de estudio, manifestó que modificó sus hábitos respecto a llevar cosas de valor, como joyas, dinero o tarjetas de crédito, por temor a sufrir algún delito. Además, agrega que el 49.3 por ciento reconoció haber cambiado hábitos de caminar por los alrededores de su vivienda después de las ocho de la noche, el 48.9 por ciento modificó rutinas en cuanto a permitir que sus hijos menores salgan de su vivienda y 30.5 por ciento cambió rutinas relacionadas con visitar parientes o amigos.
