Vicario explica que las posadas no son solo fiestas de satisfacción y desorden, sino que estas tienen un propósito espiritual.
Francisco Mendoza / Diario de Chiapas
No confundamos las fiestas de fe con las del vicio; esas fueron las palabras del Vicario General de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, José Luis Espinoza, al explicar que las posadas no son solo fiestas de satisfacción y desorden, sino que estas tienen un propósito espiritual, el de encontrarse a uno mismo.
“Se ha desvirtuado completamente las posadas, ahora solo se junta la gente para tomar y darse al vicio, pero esa no es una posada, sino el momento de fe que brindamos en el nacimiento de Jesús”.
Ya iniciado el novenario de posadas, es el camino de preparación que nos recuerda las situaciones que tuvieron que padecer José y María, para encontrar un lugar donde naciera Jesús.
“Este año de la fe, nos permite que hagamos este peregrinar con ánimo de fortalecer, precisamente la fe; también nosotros, padecemos al recorrer el camino que nos lleva a encontrar a Jesús”.
Explicó que las posadas son celebraciones llenas de colorido, y de fiesta, pero subrayó que no debemos perder de vista que son fiestas de fe, no son fiestas de mero consumo y satisfacción.
“Las posadas se trata de preparar un lugar donde pueda nacer Jesús, donde podamos encontrar nosotros como personas un refugio para la meditación, el análisis de lo que hemos hecho en el año y ser mejores personas para lo que viene”.
Las posadas tienen toda una simbología religiosa, señaló el clérigo; porque nos ayudan a trascender en la búsqueda de Dios; por lo tanto, que no confundamos estas fiestas de Dios, con fiestas de desorden y vicio, “ayudándonos a tener una vida más equilibrada”.
