Marco Alvarado/ Diario de Chiapas
La celebración de este domingo, el Día del Padre, debe ser una oportunidad para reconocer y cobrar el valor de la paternidad, su impacto en el desarrollo emocional de los hijos y la necesidad de ejercerla responsablemente, opinó el Arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, Fabio Martínez Castilla.
“Buena ocasión para buscar los buenos ejemplos de paternidad, ser para los hijos custodios del crecimiento, en sabiduría, educadores en su camino y una compañía constante”.
Refirió que el orgullo y la satisfacción de un padre se expresan mejor cuando el hijo ha recibido valores y una formación importante, que le permita conocer la verdad de la vida.
Sin embargo, reconoció que las paternidades modernas enfrentan grandes retos; uno de los más importantes es el tiempo para estar cerca de los hijos y la familia, “lamentablemente la dinámica de la vida contemporánea obliga a que los padres estén fuera del hogar para tener más trabajo, porque quieren hacer llegar el pan a la familia, por eso necesitamos de paternidades que sean cercanas a la esposa, para compartir todo, alegrías y dolores, pero sobre todo mucha cercanía con los hijos para acompañarlos todo el tiempo”.
En el análisis de historias de vida, la llegada del primer hijo es el evento que marca en los hombres su transición a la paternidad y el inicio de su trayectoria reproductiva. De acuerdo con este análisis, es probable que este evento ya le haya sucedido a la mitad de los hombres a la edad de 24 años. Pero para aquellos nacidos entre 1970 y 1974, la edad mediana a la paternidad fue de 25 años.
Por su parte, en los hombres jóvenes nacidos entre 1990 y 1994 se observa una postergación de este evento, de modo que la probabilidad acumulada de haber transitado a la paternidad a los 24 años, en términos de porcentaje, es 38.6 por ciento, mucho menos de la mitad
