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Rostros detrás del  cártel inmobiliario

•          Investigaciones revelan que Gustavo Adolfo Flores Alfaro es el líder de esta organización y quien gracias a sus contactos sigue viviendo y estafando en completa impunidad

Enrique Buenrostro/ Diario de Chiapas

En entregas anteriores hemos hablado acerca del modus operandi y del calvario que han vivido las víctimas del Cártel Inmobiliario de Chiapas. Han salido a la luz los nombres de personajes como Viviana Leticia Zuarth Flores y Erick Romero Peimberth por mencionar algunos, pero como en cada organización delictiva existe un autor intelectual, una mente detrás de todo y para el Cártel Inmobiliario esa mente maquiavélica que mueve los hilos desde su trinchera es Gustavo Adolfo Flores Alfaro, quien es señalado como el líder de esta organización y quien gracias a sus contactos sigue viviendo y estafando en completa impunidad.

Para comenzar, Gustavo Flores ha sido denunciado en diversas ocasiones por su ex esposa Alma Primavera Zataraín, pues de manera premeditada al divorciarse, este personaje dejó de figurar como titular de sus negocios y cedió la mayor parte de sus acciones a Erick Romero Peimberth, todo con la intención de quedarse con poco y de esta forma no cumplir con sus obligaciones cómo padre, pues a decir de la señora Primavera, durante los últimos casi 15 años les han sido arrebatadas a ella y a sus hijas Abril y Primavera Flores Zatarín, varias propiedades y dinero.

Viviana Zuarth Flores el personaje del que ya hemos hablado la llamada “Princesa del Cártel”; es sobrina nada más y nada menos que de Gustavo Flores, personaje que en realidad comenzó con el negocio de estafas inmobiliarias hace más de una década. Parece ser que los integrantes de esta familia no conocen la vergüenza y es que adentrándonos en esta investigación constatamos que Viviana Zuarth Flores comenzó a servir en la iglesia del Sagrado Corazón en Tuxtla; al enterarse de esta situación, las víctimas del Cártel Inmobiliario pagaron algunas misas con la finalidad de pedir ayuda y pronta solución en sus casos. Inmediatamente su deseo por servir a Dios desapareció pues a Viviana nunca se le volvió a ver en dicha iglesia.

Si nos adentramos más a esta familia la realidad es que han podido operar con completa tranquilidad gracias los nexos familiares que tienen con personajes importantes tal es el caso de Antonio Flores, quien es su representante legal y presidente de la Federación de Asociaciones de Colegios de Abogados Chiapanecos y que por supuesto también es familia de Gustavo Flores.

Y es que si nos ponemos a pensar, ninguna de las estafas maestras que han realizado durante años podrían ser posibles sin el cobijo y la protección de personajes de esa naturaleza cómo la notario Laura Rodríguez, quien con tal de llevarse una tajada ha sido capaz de operar engañosamente para que posibles compradores puedan caer en esta red de corrupción, pasando por alto anomalías en terrenos y propiedades con tal de seguir engañando a más gente.

Son instituciones como el Poder Judicial del Estado y el Registro Público de la Propiedad en Chiapas quienes están envueltas en corrupción y quienes han permitido que Gustavo Flores mantenga el control de esta operación de lavado de dinero a través de varias empresas cómo el caso de CGI, con la que nos surgen preguntas cómo ¿qué dice el SAT al respecto?, ¿cómo operan estas empresas?, ¿les han realizado algún tipo de auditoría?

Son esas dudas que nadie resuelve, pero que a decir de los hechos parecieran empresas invisibles para las instituciones encargadas de ponerles un alto. La incógnita más grande de todas es ¿hasta cuándo, hasta cuándo las autoridades correspondientes actuarán en consecuencia y evitaran que se sigan efectuando estafas y fraudes de esta naturaleza, hasta cuándo garantizarán el patrimonio de las y los chiapanecos?

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