Brutalidad de policías fiscales
• Locales cerrados, mujeres, niños y adultos comerciantes resultaron golpeados tras el zafarrancho registrado en el centro de la ciudad entre ambulantes y personal que actúa bajo las órdenes del alcalde Carlos Morales Vázquez
Más violencia, ahoraentre “limpiabrisas”
• Quienes tienen acaparadas los cruceros se liaron a golpes por “derecho de piso”; el tema ha sido olvidado por la autoridad municipal
M de R / Diario de Chiapas
Sin decir “agua va”, centenares de policías fiscales y municipales de Tuxtla Gutiérrez, ‘barrieron’ con todos los comerciantes ambulantes que se encontraban en el primer cuadro de la ciudad. El operativo, sin embargo, alcanzó momentos de tragedia, cuando los informales veían cómo su mercancía era llevada a las patrullas y fue justo entonces que la brutalidad policiaca alcanzó dimensiones de miedo y terror.
El exceso de fuerza pública, la violencia verbal y los atropellos hacia niños y mujeres, fue lo que desencadenó en una batalla campal en la que los agentes policiacos sacaron a relucir sus macanas y hasta tubos (como se ven en imágenes subidas a redes sociales) para lograr su cometido.
Esta situación orilló a que los comerciantes intentaran defenderse al lanzar piedras y objetos diversos, y fue cuando la violencia subió de tono.
Llantos de dolor y desesperación salían de mujeres y niños que fueron literalmente atropellados por las acciones desenfrenadas que encabezó principalmente el grupo de policías fiscales.
Tras los acontecimientos, el área de Comunicación Social del Ayuntamiento de Tuxtla, de inmediato se encargó de difundir un video –grabado especialmente por su gente de prensa—para hacer creer que los de la violencia provenían de los vendedores, pero éste, muestra cómo los fiscales toman bancos y metales para golpear a sus adversarios.
Los ambulantes afirmaron que viven al día, tienen que trabajar y no pueden retirar sus ventas, como lo quiere la autoridad sanitaria, ya que el centro de la ciudad es considerado un lugar propicio para el contagio.
Señalan que se han acercado al alcalde para tratar de llegar a acuerdos, pero Carlos Morales no se ha tomado la molestia de por lo menos contestar su petición.
La trifulca obligó a los comercios organizados a bajar sus cortinas hasta que se calmaron los ánimos.
Más violencia, ahora entre “limpiabrisas”
Más tarde, como colofón a la ola de acciones malogradas de la autoridad municipal que han desencadenado en violencia, está la gresca que protagonizaron jóvenes que tienen acaparadas las calles de Tuxtla y que se les conoce como “limpiabrisas”.
En el bulevar Belisario Domínguez, en el extinto lugar conocido como La Fuente, los automovilistas fueron testigos de la saña con que los “dueños de las calles y avenidas” se daban con todo por apropiarse de espacios públicos.
Este tema, dejado al aire por la administración local, pues no ha podido resolver este conflicto social, ha generado cada día gresca en la que muchas veces conductores de vehículos se han visto afectado.
La violencia no representó denuncia alguna, pero varios de los partícipes fueron llevados a “La Popular”, centro administrativo de justicia donde regularmente los detenidos tienen que “mocharse” para salir bien librados.
