José Cancino/ Tapachula
Poco importó la pandemia en este puente vacacional para burócratas y pobladores de Tapachula, quienes abarrotaron las playas de la localidad pese al semáforo amarillo por el covid-19.
En Puerto Madero, los restaurantes y palapas estuvieron casi a su máxima capacidad desde el sábado hasta este lunes, previo al regreso a las actividades.
A esto se suma que miles de alumnos permanecen sin asistir a las escuelas de la entidad, para evitar la propagación del virus entre la comunidad estudiantil.
Pese a que ‘palaperos’ han reportado una caída en sus ventas, este fin de semana largo parece no haber impedido nada para que comensales acudieran a esta comunidad costeña.
Lo mismo ocurrió en Playa Linda, donde se ubican un centenar de casas habitacionales de descanso, las cuales fueron ocupadas por sus propietarios, así como los restaurantes donde también hubo aglomeración de personas.
Tapachula reportó este lunes tres casos positivos de covid-19 que requirieron hospitalización.
Las playas de Tapachula se mantuvieron al principio con brigadas de prevención; sin embargo, al entrar en el semáforo verde la responsabilidad compete a cada ciudadano.
Ahora que se ha retrocedido en el semáforo epidemiológico, las autoridades de salud exhortaron a la población a mantenerse el mayor tiempo posible en casa, así como evitar sitios donde se pueda tener contacto con más personas.
Tapachula es un municipio que cuente con varias playas y atractivos turísticos naturales para divertirse, sin embargo, las autoridades locales siguen con el exhorto de evitar este tipo de situaciones, que ponen en riesgo la salud humana.
La misma situación se replicó en Suchiate, que también cuenta con playas, así como en ríos de Huixtla, donde tampoco hubo consciencia civil por parte de la población
