José Cancino/Jeny Pascacio/ Diario de Chiapas
La Guardia Nacional (GN) y el Instituto Nacional de Migración (INM), disolvieron ayer en horas de la mañana una caravana migrante que avanzaba desde Tapachula hacia el centro del país.
El contingente integrado por unas 400 personas, la mayoría de Centroamérica y Haití, se estacionó en Huixtla para pasar la noche, descansar y poder retomar su ruta hacia Mapastepec.
Sin embargo, a eso de las 5:00 horas, el operativo por parte de las autoridades federales provocó que cientos de extranjeros corrieran por calles del barrio Guadalupe, en los suburbios de Huixtla, mientras que otros escaparon en la ribera del río, sin que los militares y agentes migratorios lograran la detención de más de 40 personas.
Los migrantes fueron encapsulados en la cancha deportiva de este barrio, pero al forcejear con los gendarmes, corrieron hacia matorrales aledaños al río.
El operativo dejó como saldo una decena de migrantes con lesiones menores y un elemento de la Guardia Nacional descalabrado, mismo que requirió atención médica.
OPERATIVO DURÓ MÁS DE 8 HORAS
El Colectivo de Observación y Monitoreo del Sureste Mexicano informó que alrededor de 700 mujeres, niñas, niños, familias y hombres empezaban a prepararse para continuar su camino en caravana, cuando los abordó un fuerte operativo de la Guardia Nacional con equipo antimotines y el INM les obligó a dispersarse por Huixtla.
Documentaron las persecuciones por toda la comunidad, el río y el monte que duró más de ocho horas y continuó con rondines y presencia constante de las diversas fuerzas de seguridad por toda la carretera.
“Con miedo y desesperación, las personas buscaron resguardarse en el monte, cerca del río, entre las casas del poblado en puentes y caminos aledaños. Algunos grupos intentaron movilizarse por las vías del tren exponiéndose aún más a riesgos sobre su vida e integridad”.
En un comunicado relataron que muchas personas resultaron heridas y lesionadas, en estados de shock y mucho miedo, “manifestaron que el INM les quitó sus documentos y pertenencias durante el operativo”.
Además, documentaron la detención sistemática de NNA y la separación de familias como estrategia de coerción hacia las madres y padres, estrategia que el INM y GN viene desarrollando desde hace días.
En los videos transmitidos por la misma sociedad civil, se escucha a los migrantes clamar por sus hijos e hijas que se perdieron durante el operativo que perduró varias horas más.
Ante esta situación, interpusieron la queja con folio 2021/81670 ante la CNDH y un amparo que garantice protección federal contra actos privativos de la libertad e integridad física de las personas que se están movilizando.
“Solicitamos respuestas expeditas y favorables a las mismas en beneficio de las mujeres, niñas, niños, familias y hombres de este grupo de desplazados forzados”.
A esta caravana le había tomado 13 horas de caminata para poder moverse por unos 42 kilómetros desde Tapachula.
En el contingente viajaban muchos niños y niñas, acompañados de sus padres, lo que complicaba aún más el avance este nutrido grupo.
Se trata de la cuarta caravana que los militares “rompen” en menos de 15 días, sin embargo, los grupos pequeños que se forman tras disuadirlas avanzan a paso rápido hacia los límites con Oaxaca.
Algunos otros comenzaron a retornar a Tapachula, ante el temor de ser detenidos en calles y carreteras de este municipio.
