Willian Vera Gomes/ Diario de Chiapas
El aprendizaje a distancia se vuelve complicado para diferentes comunidades remotas que no cuentan con los medios, como es el caso del ejido San Marcos en Villaflores, donde escasamente apenas llega la energía eléctrica.
En San Marcos hay aproximadamente 299 habitantes, según datos otorgados por el señor Fernando Domínguez Morales, quien actualmente funge como comisariado ejidal.
En esta comunidad situada a las orillas de la montaña, la mayoría de sus habitantes se dedican a la agricultura; son familias humildes que todos los días tienen que trabajar el campo para poder solventar algunas de sus necesidades.
Ante la modalidad a distancia “Aprende en Casa” implementada por la Secretaría de Educación, la mayoría de los hogares en este ejido no cuentan con televisión, mucho menos servicio de cable e Internet, situación que complica el aprendizaje a distancia de los niños y niñas que estudian.
Pese a que en 2019, el Inegi y el ENDUTIH (Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de Información en los Hogares) señaló que en México hubo un aumento de 4.3 puntos porcentuales con respecto a los hogares que ya tienen acceso a Internet, parece ser que todavía esto no es una realidad en varios puntos geográficos del país.
Tal es el caso del señor Magdiel Domínguez, habitante de esta comunidad, quien tiene que ingeniársela para poder enseñarle a su hija, la cual cursa la escuela primaria.
“Es complicado para nosotros como padres no contar con los medios en nuestros hogares para que nuestros hijos puedan ver las clases en la televisión u otro medio”, señaló.
El señor Domínguez es campesino, trabaja todos los días el campo para poder llevar el sustento a su familia; comentó que cuando le ayuda a su hija a hacer la tarea, hay actividades que a veces no entiende, pero hace todo lo posible para poder ayudarla.
Otra de las situaciones que enfrenta esta comunidad, es que muchas de las madres y padres no saben leer ni escribir, eso hace que no puedan brindarles el apoyo necesario a sus hijos.
Tampoco cuentan con señal de telefonía para poder enviar alguna información o tarea a través de WhatsApp u alguna otra aplicación de mensajería.
Don Fernando Domínguez, autoridad de esta comunidad, indicó que esta nueva modalidad de aprendizaje vino a poner en jaque a los niños, quienes no cuentan con los medios en sus hogares.
“Los niños y niñas de mi comunidad, no cuentan con tabletas, servicio de cable, muchos menos Internet en sus hogares, lo poco que se gana es para solventar otras necesidades”, recalcó.
