José Cancino / Tapachula
Balseros que operan en el río Suchiate, reiniciaron actividades después de suspender el trasiego de mercancías y personas a través de las cámaras del lado mexicano y guatemalteco.
Decenas de hombres se ven ya transitar de un lado hacia otro, con personas que cruzan a realizar compras necesarias o algún trámite de mucha necesidad, debido a que el gobierno de Guatemala intensificó su vigilancia militar y epidemiológica desde finales de marzo.
Por momentos, el cruce fronterizo ilegal se percibe parco; sin embargo, en horas “pico” como a las 9:00 de la mañana o 1:00 de la tarde, algunos comerciantes del lado guatemalteco cruzan con baldas repletas de mercancía a fin de suministrar sus tiendas, la mayoría de abarrotes.
María Salguero, una de las compradoras recurrentes en Ciudad Hidalgo, con domicilio en Tecún Umán, refirió que cada 15 días cruza a México para abastecerse de productos de la canasta básica y trasladarlos a su comercio en Guatemala.
“Ahora hay más restricciones, pero este día he cruzado a Ciudad Hidalgo para comprar no todo pero si lo necesario que la gente necesita allá en Tecún”, relató.
La mujer de 45 años aceptó que de esta manera se infringen los toques de queda en su país y las medias sanitarias, pero al mismo tiempo se cuestiona qué comerán las personas si las tiendas no están surtidas.
Los balseros cobran 10 quetzales (unos 25 pesos) por cruzar a una persona de Chiapas a Guatemala o viceversa, los precios se incrementan dependiendo del usuario y la carga de mercancía.
Las autoridades mexicanas siguen implementando el operativo de búsqueda de migrantes que intenten ingresar al país de forma ilegal, aunque ya no con la misma fuerza que a principios de año, mientras que el puente internacional Rodolfo Robles sigue cerrado a la circulación de vehículos y trámites migratorios.
