José Cancino / Diario de Chiapas
Pobladores de Huixtla y Huehuetán dejaron de temerle a la pandemia, al menos eso se atestigua cuando se camina por las dos cabeceras municipales en mención, donde los lugareños han dejado de usar el cubrebocas y muchos negocios permiten el acceso de todos sin la protección que podría evitar un contagio.
En el caso de la “Ciudad de la Piedra”, habitantes tienen el registro de al menos cuatro personas que han muerto en las últimas dos semanas, números que no llegaron a ser parte de las cifras oficiales pero que, según los vecinos, perecieron por COVID-19.
Pese a esto, las medidas preventivas se han relajado y se puede observar a muchos caminar sin cubrebocas ni respetar la sana distancia, incluso muchos comercios y establecimientos ya no cuentan con gel antibacterial en sus accesos, en una situación de total apatía ante la actual situación que se vive en la entidad.
En el caso de Huehuetán, en el parque central de la localidad, de diez personas que transitan en el perímetro al menos ocho no usan cubrebocas ni mantienen la sana distancia.
El problema se agudiza porque existe la presencia de adultos mayores, que se apuestan en las bandas de concreto o acuden al tianguis para realizar compras de la canasta básica.
Sara Bustamante, una de las habitantes de este municipio, señaló que salió a la calle sin cubrebocas porque vive a escasas dos calles del parque central.
“En realidad sólo salí a la tienda a comprar, pero olvidé el cubrebocas, sí lo uso, pero esto fue rápido y tuve que salir de casa, aun así, acepto que es un error y que debo de usarlo”, puntualizó.
La mujer de 43 años tiene a su cargo dos hijos menores de edad, a los que cuida ahora que se encuentran en casa sin clases, pero señala que el temor a la pandemia ha disminuido y en su municipio las medidas sanitarias se han relajado.
En este poblado, en las tiendas de conveniencia las filas para ingresar no respetan el distanciamiento social ni las normas indispensables para evitar a toda costa los contagios.
La promoción por parte de las autoridades federales y estatales en cuanto al cuidado de la salud, ha pasado a segundo término y se vuelve peligroso que muchos piensen que ya con la vacuna, el virus está exterminado.
