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Alcalde ignora riesgo sanitario en rastro de Tuxtla Chico

  • Operan tablajeros en un sitio insalubre y sin especificaciones sanitarias y de seguridad; han solicitado reubicación y Julio Gamboa sólo los ignora

José Cancino

A sólo 250 metros del parque central y del área más concurrida de Tuxtla Chico, el rastro municipal opera en condiciones insalubres e inseguras pese a que tablajeros y trabajadores dedicados a la comercialización de reses, han insistido al alcalde Julio Gamboa Altuzar la asignación de un espacio óptimo.


La matanza de reses en este sitio ha convertido el perímetro de la Avenida Morelos en un foco de infección y contaminación severo para vecinos, que han denunciado los insoportables hedores, desperdicios y hasta inseguridad porque en muchas ocasiones las vacas se escapan y deambulan por distintas calles de la zona centro.


Aunado a esto, los propios tablajeros temen que se desate alguna situación sanitaria, ya que tienen que trabajar con recursos propios, pero se requiere más herramientas y recursos para poder procesar la carne de forma saludable y poder venderla en el mercado y otros establecimientos de Tuxtla Chico.


La contaminación ha llegado a tal grado que los cúmulos de desperdicios que contienen químicos, llegan a parar a la vertiente del Río Izapa, que atraviesa por una zona escolar y viviendas situadas en los barrios Santiago y zona centro, sin que hasta entonces la autoridad municipal atienda esta situación.


“Se ha solicitado la reubicación inmediata del rastro, porque es un espacio muy chico y no propicio para la matanza de reses, pero el presidente Julio Gamboa simplemente ignora la petición y se sigue perjudicando a la ciudadanía en muchos aspectos”, señaló uno de los trabajadores dedicados a este ramo.


Diario de Chiapas visitó la zona y pudo constatar que a un costado de la vivienda utilizada como rastro, un canal de tierra se ha convertido en un tiradero clandestino de huesos y desperdicios, lo que genera contaminación para los lugareños.


Además, el espacio es reducido y no cuenta con lo necesario para operar como un rastro, según lo estipulan las normas de salud, por lo que muchos optan por trasladar sus animales a Cacahoatán para procesarlos.


Hasta entonces, Julio Gamboa permanece indiferente ante esta situación de salud y seguridad en Tuxtla Chico, mientras que a diario sus habitantes podrían estar consumiendo carne de procedencia insalubre.

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