• Spotify
  • Mapa Covid19

Calendario de 1993 es idéntico al del 2021

El calendario gregoriano, que es el utilizado en casi todo el mundo, tiene la particularidad de que se repite cada 28 años.

Es decir, cuando transcurre ese periodo de tiempo, las fechas coinciden, como este 2021 con el de 1993.

Según la web “When Can I Reuse This Calendar?”, en 2017 se pudo utilizar los almanaques de 2006, 1995, 1989, 1978, 1967, 1961, 1950, 1939, 1933 y 1922.

Esto sucede ya que 28 es el múltiplo común más bajo del ciclo de 4 años de los años bisiestos y los 7 días de la semana, según la publicación hecha por el museo de Artes Aplicadas y Ciencias de Australia, en el año 2010.

El calendario que utilizamos es resultado de una reforma al calendario juliano ordenada por el Papa Gregorio XIII en el siglo XVI, revela la UNAM.

Con esta reforma se compensó la diferencia que se había acumulado desde el año 45 antes de nuestra, cuando el emperador romano Julio César estableció el calendario que se conoció como juliano y que consideraba al año de 365.25 días.

Frente a este problema, en 1582 el Papa Gregorio XIII reformó el calendario juliano por el que se empezó a llamar calendario gregoriano, que actualmente utilizamos.

Esa reforma tuvo tres aportaciones, dice Armando García de León, del Instituto de Geografía, de la UNAM. En la primera se eliminaron diez días del calendario: del jueves 4 de octubre (juliano) se pasó al viernes 15 de octubre (gregoriano). El objetivo fue ajustar con mayor precisión la diferencia entre el calendario y la duración de la órbita de la Tierra alrededor del Sol para que las fechas de la liturgia católica coincidieran con el equinoccio de primavera.

La segunda aportación fue la modificación de la regla de los años bisiestos. En el calendario juliano se estableció que un año sería bisiesto cuando fuera divisible exactamente entre cuatro, y esto ocurría cada cuatro años.

“Sin embargo, si el año solar durara 365.25 días estaría perfecto, pero como su duración es de algunos minutos menos que el año común observaron que de todas maneras las fechas litúrgicas se iban a desajustar otra vez, más lentamente, pero se les iban a empezar a perder otra vez”.

“Para ajustar lo mejor posible los minutos de diferencia, determinaron que los años centenarios que no fueran divisibles entre 400 se eliminarían como bisiestos. Así pues, 1800 y 1900 no fueron bisiestos porque no son divisibles entre 400, pero el año 2000 sí fue bisiesto por esta regla. El próximo año centenario bisiesto será el 2400”, explicó el investigador. “Con uno de cada tres años centenarios se evita un día más, y el desajuste entre el año solar y el año calendario es mucho menor”.

Con información de El Imparcial

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *