El piloto mexicano Sergio Pérez portó una unidad de potencia vieja en el Gran Premio de Sakhir luego de que su más reciente motor falló en el Gran Premio de Bahréin cuando se encaminaba al podio.
A pesar de que el motor estaba desgastado, Pérez llevó a su Racing Point a la primera posición en la penúltima carrera de la temporada. Sin embargo, tras esa carrera el desgaste del motor ya era considerablemente alto y se tenía duda si podría completar la última carrera del año en Abu Dhabi.
Ante este panorama, la escudería decidió modificar el motor de combustión interna, el MGU-H y el turbo de la unidad de potencia del mexicano para este fin de semana. Como resultado de esto, Pérez está condenado a arrancar desde el fondo de la parrilla en su última carrera con Racing Point.
El movimiento parecería algo tonto, de no ser porque Racing Point apuesta a una remontada de Pérez gracias a que podrá exprimir el máximo potencial. La idea es que Checo sume la mayor cantidad de puntos posibles para mantener a la escuadra en la tercera posición del campeonato de constructores, y permitir que Pérez luche por ser el cuarto de la clasificación de piloto.
