Frentes a las costas de Manzanillo, Colima, a casi 10 kilómetros de la orilla del mar, fue localizada sin vida una ballena jorobada.
Este hallazgo ocurre a un mes antes del inicio de la temporada oficial de ballenas jorobadas en Colima.
“Es el primer registro de una ballena jorobada en la temporada y pues de aproximadamente 9 metros, una hembra, flotando. Fue reportado un poco antes de las ocho de la mañana por pescadores deportivos de la región”, dijo Christian Ortega Ortiz, Oceanólogo Investigador de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de Colima.
Labores de remolque
Para remolcar la ballena a la orilla, personal de Profepa se trasladó al lugar del avistamiento a bordo de una embarcación tipo Defender de la Secretaría de Marina, una maniobra que duró un poco más de cuatro horas.
Horas antes, en la zona conocida como Playa Azul, personal del Ayuntamiento de Manzanillo excavó una fosa de aproximadamente 5 metros de ancho y 9 metros de largo, con el objetivo de enterrar al cetáceo y posteriormente utilizar sus restos con fines de estudio y divulgación científica.
“Nosotros procedimos a activar un protocolo ahí en atención al grupo GUIM, junto con la Secretaría de Marina, para apoyar en lo que es el entierro de la ballena jorobada”, dijo Ezequiel Reyes Herrera, director de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Manzanillo.
Cerca del litoral, el fuerte oleaje complicó las acciones de los buzos en el mar y de los investigadores de la Facultad de Ciencias Marinas; en tierra, las olas y el peso de la ballena provocaron que todas las cuerdas y cabos que se utilizaron para sujetarla se rompieran.
Finalmente, la ballena de casi 8 toneladas de peso, fue remolcada con una retroexcavadora hasta la fosa.
Para estudio
Los investigadores aprovecharon para tomar muestras de piel y grasa.
“Son para análisis moleculares junto con la piel y de contaminantes y de hormonas con la grasa”, comentó Myriam Llamas González, estudiante de Oceanología.
De noviembre a marzo, Manzanillo se convierte en una zona de cortejo, crianza ó tránsito, para decenas de ballenas jorobadas, la quinta especie de ballena más grande del mundo.
“Éste año ha sido declarado un año con anomalía térmica negativa, un año frío, un año de La Niña, entonces muy posiblemente este arrastre o esto, favorezca a que muchas ballenas visiten la región, prueba de ello es que a mitad de octubre, pues ya hay el primer registro cercano”, dijo Christian Ortega Ortiz, Oceanólogo Investigador de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de Colima.
Este ejemplar en particular será desenterrado en aproximadamente un año; sus huesos revelarán cuales fueron las causas de su muerte y en qué condiciones están transitando otras ballenas jorobadas en aguas del Pacífico Mexicano.
Con la información de: Televisa.NEWS
