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Las Vegas, campo de batalla migrante

  • Vecinos de esta colonia en Tapachula se atrincheran todos los días por los disturbios que provocan extranjeros; están hartos y piden ayuda

José Cancino / Corresponsal Diario de Chiapas

Tapachula, Chiapas.- Las Vegas tiene sus calles destrozadas, demanda añeja que ha mantenido en total desquicio a sus habitantes, un asentamiento humano localizado muy cerca de la zona comercial de Tapachula.
Desde hace un mes, este conjunto habitacional que se divide en dos zonas: residencial y casas de interés social, ha comenzado a ser “invadido”, según el término que utilizan los mismos avecindados, por migrantes que han causado temor y desorden.
Las oficinas de regulación, del Instituto Nacional de Migración (INM), han sido el centro de sucesos campales en los que extranjeros desorientados y azuzados por supuestos líderes defensores de derechos humanos, han acabado con lo que a su paso, sin importar que en el lugar converjan menores de edad y personas de la tercera edad.
Es el lugar un sitio de guerra, donde sus calles destrozadas aparentan la caída de explosivos y la reciente intromisión de personas latinas y haitianas, aderezan el lugar para convertirlo en el sitio idóneo de inseguridad.

La gota que derramó el vaso

El viernes 18 de marzo a las 13:05 horas, el caos se apoderó de Las Vegas. Unos 200 migrantes irrumpieron en la puerta trasera del INM, sobre la calle Río Grijalva en exigencia de papeles de libre tránsito por México.
Los extranjeros, empujados por promotores del desorden, arrojaron piedras al interior del inmueble y después desprendieron el portón de acceso al lugar.
No conformes y con la sangre hirviendo, ingresaron a una oficina aledaña y destruyeron todo lo que encontraron a su paso: papelería, sillas, muebles, persianas y cristales de otras estructuras en el edificio.
Una hora después, la Guardia Nacional tomaba el control del lugar y detenía a dos involucrados en los disturbios que dejaron media docena de heridos.
Los vecinos, asustados, rompieron la tensión que había sido contenidas durante semanas.
“Ya no soportamos esto, por qué tienen que venir a acabar con nuestra tranquilidad, nosotros aquí somos vecinos unidos y estamos temerosos todos los días que vengan estas personas que no son mexicanas a destruir todo y a afectarnos”, ha señalado Tania, una mujer madre de dos hijos habitante del sector.
Junto a Tania, cientos de vecinos imploran por ayuda al presidente López Obrador, que estuvo hace poco más de una semana en Tapachula, pero no logró destrabar esta problemática que emerge en la ciudad.

Vecinos, en peligro

Don José ha salido de su casa tras percibir un poco más de tranquilidad en la calle. Ha estirado el cuello y, percatándose que no hay peligro, va directo a recoger el travesaño que sostiene un anuncio que reza “C. Río Grijalva”. Su sentir es un vaivén entre la impotencia y el miedo, porque nada puede ante tal situación en la que el gobierno mexicano sigue inoperante.
“Mire nada más qué coraje, este letrero nosotros los vecinos lo colocamos, a mi vecina le rompieron un cristal en su puerta y eso es lo menos, imagínese que estas personas nos agredan o una de esas piedras nos alcancen, nadie va a responder por los daños”, sentencia.
No ha sido el primer suceso violento. En los últimos 15 días, tres acciones similares se han generado en esta colonia con resultados en los que los daños materiales y lesionados han ido aumentado.
El 11 de marzo, cerca de las 17:00 horas, otra lluvia de piedras puso en zozobra a los habitantes de Las Vegas, sin que se registraran lesionados.
“Pero el susto nadie nos lo quitó y ahora sí, esto ya se salió de control, que alguien para a los migrantes que son violentos”, finaliza don José.
El INM mantiene suspendida la atención a migrantes luego de los sucesos violentos registrados el pasado viernes, pero la incertidumbre ya no solamente es para los extranjeros que están a la espera de papeles, y también para los propios mexicanos que temen por sus vidas.

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