- Los productores aseguran que el incremento de la tonelada de harina obliga al aumento
Marcos Ramos / Corresponsal Diario de Chiapas
Cintalapa, Chiapas.- Este valle de Figueroa cuenta con un aproximado de 90 tortillerías, y desde hace años atrás, trabaja cada quien de la forma que mejor le parece gracias a que nadie los regula.
En ese sentido, hasta este día, el precio por kilo de tortilla oscila entre los 18 y 20 pesos, el comercio ambulante, (conocidos también como moto-tortilleros), ha ido creciendo de una manera alarmante, muchos entregan este producto de primera necesidad sin ninguna medida de higiene, los kilos no van completos y demás aspectos negativos.
Este medio de comunicación platicó con un productor con muchos años de experiencia, Don Carlos, y nos confirmó que este 1 de marzo la tonelada de harina que compran para la elaboración de este producto de la canasta básica, aumentará de precio, ahora les costará $17,600 (el aumento será de 1250 pesos), golpe muy duro para ellos porque con este aumento, no les deja de otra opción que incrementar por lo menos 2 pesos el kilo de tortilla.
“La verdad que día con día se vuelve más difícil la producción de las tortillas, tomando en cuenta que no solo se ocupa la harina para su elaboración, sino también gas, antiadherente, papel, luz eléctrica, lubricante, sin dejar de tomar en cuenta las refacciones que en verdad están muy caras, y a nosotros nos da pena subirle el precio al kilo pero sinceramente estamos obligados porque los insumos que nosotros necesitamos, sus precios andan por las nubes, pero aun así, seguimos trabajando”, dijo el empresario tortillero.
Reconoció que el gas LP bajó un poco sus costos por litro, pero es lo único que ha bajado, ya que todos los demás implementos siguen al alza, por lo que pide a la sociedad y sobre todo a las amas de casa un poco de comprensión, pero la verdad, no les dejaron otra opción más que el aumento.
Cabe recordar que en el 2005 aproximadamente dejó de existir la unión de industriales de la masa y la tortilla, y desde entonces, la competencia se ha disparado debido a que no están regulados, nadie verifica el producto terminado ni su elaboración, y eso ha hecho que se venda producto de muy baja calidad, que se den kilos incompletos y demás insalubridades, gracias a que la autoridad sanitaria que debería hacer su trabajo en estos establecimientos, brillan por su ausencia.
