Estos son tres lugares del mundo, tan surrealistas y fantásticos, que uno juraría que salieron de la imaginación de alguien.
El ojo del Sahara
Un domo que ha erosionado por millones de años, tiene 50 kilómetros de diámetro y se ubica cerca de la ciudad de Ouadane, en Mauritania, al noreste de África. Inicialmente se pensó que se había formado por la caída de un meteorito, pero luego estudios demostraron que no. Sus varias capas, que lo aclararon, muestran rocas del Proterozoico. También se le conoce como Estructura de Richat.
Las Cuevas de Waitomo
Dentro de estas cavernas que se encuentran al sur de la ciudad de Hamilton, en Nueva Zelanda, hay algo así como pequeñas luces que iluminan el paisaje. Se tratan en realidad de larvas del insecto Arachnocampa luminosa, un tipo de gusano bioluminiscente que habita la cueva. Los gusanos emiten la luz para atraer a sus presas hacia los hilos pegajosos que cuelgan del techo.
El volcán azul
De día, el volcán Kawah Ijen, ubicado por la isla de Java, en Indonesia, parece como cualquier otro, pero de noche, la cantidad de azufre que contiene dentro queda expuesto al oxígeno en el exterior, resultando en una combustión por magma que se ve de color azul. El lago Kawah Ijen también comparte ese color tan distintivo, dada la concentración de ácido sulfúrico que tiene.
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