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Valorar la vida y poner en práctica el amor, la fe y el trabajo, exhorta el arzobispo

Marco Alvarado/ Diario de Chiapas

Ante los casos de suicidio y violencia entre los jóvenes que han ocurrido recientemente, el arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, Fabio Martínez Castilla, refirió la importancia de valorar la vida y poner en práctica tres elementos fundamentales para el sano desarrollo de las personas: el amor, la fe y el trabajo.

Luego de realizar la liturgia dominical en la Catedral de San Marcos, el clérigo envió un mensaje ante los dolorosos acontecimientos de jóvenes que terminan con sus vidas o la de otras personas, un contexto que reconoció como preocupante y que debe ser atendido con prioridad.

“Se trata de una emergencia que debe ocuparnos y no solo preocuparnos tanto a las familias como a las autoridades, a los maestros, a la Iglesia y a la sociedad, ya que todos somos responsables de una sociedad saludable”.

Dijo también que estas situaciones deben conducirnos a la reflexión sobre el momento que viven las familias, donde por lo general ambos padres trabajan en jornadas extenuantes que deja a los hijos sin tiempo y atención, afecto, escucha, comprensión y sobre todo orientación con el buen ejemplo.

“Es triste cuando los padres de familia se deja absorber por el trabajo y llegan a pensar que es con bienes materiales, juguetes o tecnología como llenan los vacíos en sus hijos”.

En cambio, aseguró que necesitan atención y convivencia, estar pendientes de lo que piensan, necesitan y de los cambios que experimentan.

Actualmente se presentan escenarios complejos, reconoció el clérigo, por la falta de un empleo y la imposibilidad de solventar las necesidades económicas de la familia, los vicios y adicciones, que terminan por generar en la población adulta problemas como la ansiedad y la depresión, que también puede terminar en suicidio.

“Es necesario que las autoridades de salud presenten estrategias que permitan obtener atención psicológica oportuna; que las parroquias sean centros de orientación espiritual para superar estos padecimientos; que las escuelas sean un ambiente favorable de crecimiento integral saludable en valores y actitudes que favorezcan una vida verdaderamente saludable a los jóvenes. Pero sin duda se requieren verdaderas oportunidades de trabajo para vivir dignamente y sostener la economía familiar”.

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