La Jornada
La actriz y dramaturga Conchi León escribió su monólogo Cachorro de León como una manera de reconciliarse con su padre. Trabajando en la Ciudad de México, se enteró de que su progenitor había sufrido un infarto. El hombre estaba en su lecho de muerte, pero, debido a su pasado, Conchi no se sintió capaz de ir a despedirlo.
En su infancia, la actriz de origen yucateco había sufrido el alcoholismo y la violencia que su padre infligía a su madre. Conchi creció siendo testigo de un maltrato que se prolongó durante varios años. Llegó incluso a pensar que su madre era “una mujer tonta que siempre perdonaba a un ser violento”.
Sin embargo, con el tiempo, la dramaturga ha podido reflexionar sobre la situación. “Tienes que haber estado ahí para saber hasta cuándo puede una mujer aguantar y resistir sin doblegarse a la violencia y creer que sus hijos no se dan cuenta”, aseguró León en entrevista.