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karla Gómez

?Tuxtla Gutiérrez, Chiapas

?El 9M o Un día sin Mujeres, es un movimiento que permite visibilizar que, si las mujeres paramos, se para todo: la economía, el trabajo, los ingresos económicos a una empresa. Por ello, diversos grupos feministas a nivel nacional han solicitado a las mujeres que ejercen algún oficio y/o profesión, así como a las amas de casa y estudiantes a no presentarse a la universidad, al trabajo; a no realizar compras, a no estar presente.

?Pues bien, se informa a través del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, que las mujeres representan el 51.3 por ciento de la población total. Por lo que, esta acción de ausencia significaría una pérdida económica.

?Esto urge como una de las mil formas de accionar y visibilizar la violencia que hay hacia este sector poblacional: las desigualdades económicas, sociales y culturales; así como los índices de feminicidios que, de acuerdo a CNN en Español, en 2019 se reportaron 2,825 asesinatos a mujeres en todo el país. De estos 1,006 casos fueron tipificados como feminicidios por las autoridades, según información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública de enero de 2020.

?No obstante, en el Financiero se informa que el acoso sexual creció 59 por ciento ya que pasó de 228 casos en enero de 2019 a 363 durante enero de 2020. El hostigamiento sexual creció 91 por ciento, al pasar de 67 carpetas de investigación a 128.?Debido a ello, este movimiento surge un día después del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, el cual no es un día para invitar desayuno a las empleadas o regalar flores, chocolates o trastes; sino de cuestionar los micromachismos y diversas violencias ejercidas hacia la esposa, las hijas, las hermanas, las madres, a las trabajadoras.

?El 8 de Marzo fue declarado por las Naciones Unidas en 1975. No obstante, fue durante la Revolución Industrial, el 8 de marzo de 1857, cuando miles de trabajadoras textiles decidieron salir a las calles de Nueva York con el lema “Pan y Rosas”, para protestar por las míseras condiciones laborales y revindicar un recorte del horario y el fin del trabajo infantil. Así como este hecho, sucedieron otros en varios países, que coincidieron en utilizar el color morado, mismo que en 1908 utilizaban las sufragistas inglesas. Por ello, en los 60 y 70, las mujeres socialistas escogieron este color como símbolo de la lucha feminista y posteriormente se le asoció a la jornada que se celebra cada 8 de marzo.

?El 9 de Marzo, es momento de pensar por todas aquellas mujeres que ganan dos veces menos que un compañero que tiene la misma carga laboral; por aquellas que no ascienden; por aquellas que están preparadas profesionalmente y no cuentan con garantías de oportunidades; por aquellas que tienen que hacer el trabajo porque el compañero contratado no puede, no sabe o no quiere; por aquellas mujeres que son madres y empleadas y no deben llevar a sus hijas al trabajo “porque no es guardería”; por aquellas que han denunciado maltrato, hostigamiento, acoso; por aquellas que ya no pueden hablar, que se pierden entre carpetas y se convierten en un número, en una cifra, en una suma que espanta y que aumenta.

?Quizás no todas las empresas dieron el día a las mujeres el 9 de Marzo, quizás se dieron cuenta que las mujeres tienen una labor indispensable e inigualable por hacer y, aunque digan que nadie es indispensable, son necesarias; porque si no, el 9M sería un día que no significaría pérdida o ausencia; y el trabajo seguiría con o sin ellas.

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